Hay varias formas de extraer el aceite esencial de las plantas, pero una en particular es la más rápida y eficaz. Veámoslo en detalle.
Aceite vegetal
Desde la antigüedad, se han reconocido y utilizado los aceites esenciales, responsables del agradable aroma de las plantas. A lo largo de los siglos, su destino ha oscilado entre la grandeza y la oscuridad, y esta última a menudo corresponde a los avances de la química y los compuestos sintéticos. Sin embargo, desde la década de 1990, los aceites esenciales han disfrutado de un resurgimiento en popularidad y han sido objeto de un renovado escrutinio. Esto ha llevado a la adopción generalizada de la aromaterapia como medio de curación y relajación. Los aceites esenciales se utilizan para mejorar el bienestar físico, emocional y mental, ayudando así a mejorar la calidad de vida. El proceso de cómo extraer aceite de plantas aromáticas es intrigante y requiere una comprensión integral de la flora. Sin embargo, también es bastante alcanzable en casa con gran facilidad. Para hacer esto, necesita un destilador de 12 L, una estufa de gas o eléctrica, agua y plantas aromáticas, como menta, lavanda, tomillo, romero, ajedrea y salvia, que cuentan con una rica concentración de aceites esenciales. Unos 2 kg de plantas recién cosechadas son suficientes para el proceso durante su período balsámico, cuando están más concentradas en compuestos activos.

Extracción de aceite esencial de plantas con destilación

La destilación al vapor es un proceso en el que el vapor se utiliza para separar una mezcla de dos o más sustancias que tienen diferentes puntos de ebullición.
Extrae el aceite esencial
Para la obtención de aceites esenciales, la destilación al vapor es la técnica de referencia, que consiste en aprovechar el vapor generado por el agua hirviendo. A continuación, el vapor pasa a través de la materia vegetal en el destilador, llevándose consigo las moléculas aromáticas de las células vegetales. Estas moléculas son increíblemente ligeras, lo que las hace altamente volátiles y fáciles de vapear. El vapor de agua y las moléculas volátiles fluyen a través de un condensador, volviendo al estado líquido. Debido a su composición, los aceites esenciales tienen una densidad más baja que el agua y permanecerán naturalmente sobre el agua aromática. Este último se forma cuando el vapor vuelve a un estado líquido, dispersando micro gotas de aceite esencial que crean el aroma único de la planta que se está destilando. Separar los dos fluidos es sencillo utilizando un embudo de separación básico, ya que son inmiscibles. Los productos de la destilación son aceite esencial puro y agua aromática también llamada hidrolato. Lejos de ser un simple residuo, el agua aromática es un valioso subproducto de la destilación. Este líquido versátil se puede utilizar para diversos fines, desde agua para la plancha hasta un tónico facial e incluso como un poderoso antiséptico para las plantas.
Extrae el aceite esencial
Ten en cuenta que los aceites esenciales recién destilados no siempre son fragantes, ya que deben pasar por un período de maduración, que suele durar varias semanas. Durante este tiempo, es fundamental dejar reposar el aceite para que alcance su aroma ideal.

Cómo almacenar los aceites esenciales

Debido a su naturaleza delicada, los aceites esenciales deben manipularse con mucho cuidado, ya que son vulnerables al enranciamiento y al deterioro, lo que puede llevar a la pérdida de su fragancia natural e incluso al desarrollo de sustancias nocivas. Para preservar su integridad, es fundamental almacenarlos en recipientes de vidrio oscuro, lejos de la exposición directa a la luz y al calor. Los aceites esenciales están concentrados y contienen moléculas activas, algunas de las cuales pueden tener efectos tóxicos. Por esta razón, deben usarse con moderación, en gotas, buscando el consejo de expertos para evitar posibles daños.