La acelga es una de las verduras de hoja más atractivas y versátiles que puedes cultivar. Con sus tallos vibrantes en tonos de rojo, amarillo, rosa y naranja, no solo aporta hojas nutritivas a tu cocina, sino que también agrega un toque de color a balcones, patios o pequeños jardines.
Lo mejor de todo es que la acelga prospera en macetas o cubetas, lo que la convierte en una excelente opción para quienes tienen espacio limitado.
Tanto si eres principiante en la jardinería como si quieres ampliar tu colección de hortalizas, cultivar acelga en contenedores es una experiencia práctica, sencilla y muy gratificante.
Por qué Cultivar Acelga en Contenedores
La acelga se adapta fácilmente al cultivo en macetas y ofrece numerosos beneficios:
-
Ahorro de espacio: Ideal para balcones urbanos, patios o alféizares.
-
Atractivo visual: Sus tallos coloridos iluminan cualquier rincón verde.
-
Cosecha continua: Puedes cortar las hojas exteriores mientras el centro sigue produciendo nuevas.
-
Temporada prolongada: Tolera mejor el frío y el calor que muchas otras verduras de hoja.
Con los cuidados adecuados, una sola maceta de acelga puede producir hojas durante varios meses.
Elección del Contenedor Adecuado
La acelga necesita espacio suficiente para que sus raíces se desarrollen correctamente.
-
Tamaño: Usa un recipiente de al menos 30 cm de profundidad y ancho. Una cubeta de 20 litros (5 galones) es perfecta para una o dos plantas.
-
Drenaje: Haz varios agujeros en la base para evitar el exceso de agua. Un buen drenaje mantiene las raíces sanas.
-
Material: Las macetas de plástico, cubetas o bolsas de cultivo de tela funcionan muy bien.
-
Las de tela permiten mejor ventilación.
-
Las de plástico conservan la humedad por más tiempo.
-
💡 Consejo: Si quieres una maceta más decorativa, mezcla diferentes variedades de acelga para obtener un efecto visual más colorido.
Preparación del Sustrato
La acelga prefiere un suelo fértil, suelto y con buen drenaje. Una mezcla ideal para macetas incluye:
-
40 % de tierra para macetas o marga
-
40 % de compost o estiércol bien descompuesto
-
20 % de perlita, vermiculita o fibra de coco para mejorar la aireación
Antes de sembrar, mezcla un fertilizante orgánico de liberación lenta o un puñado de humus de lombriz.
Como es una hortaliza de hoja, la acelga agradece un suelo rico en nitrógeno, que estimula el crecimiento vigoroso de las hojas.
Cómo Plantar Acelga
🌱 Desde Semillas
-
Siembra las semillas directamente en la maceta, a 1,5 cm (½ pulgada) de profundidad.
-
Deja 15–20 cm entre semillas para dar espacio a las plantas adultas.
-
Una vez germinadas, aclara las plántulas más débiles.
🌿 Desde Plántulas
-
Compra plantines sanos en un vivero.
-
Trasplántalos a la misma profundidad a la que estaban en sus macetas originales.
-
Riega bien después de plantar.
💡 Para una cosecha continua, siembra nuevas macetas cada 3–4 semanas.
Luz Solar y Riego
La acelga prospera con el equilibrio adecuado de sol y agua.
-
Luz solar: Necesita al menos 5–7 horas de sol directo al día. En climas cálidos, proporciónale sombra ligera por la tarde para evitar que las hojas se quemen.
-
Riego: Mantén el suelo húmedo pero no encharcado. Riega en profundidad cuando la capa superior esté seca al tacto.
Coloca una capa de mantillo (paja o hojas secas) sobre el sustrato para conservar la humedad y mantener una temperatura estable.
Un riego adecuado garantiza hojas tiernas y sabrosas.
Fertilización para un Crecimiento Vigoroso
La acelga es un cultivo que demanda nutrientes de forma moderada.
-
Usa un fertilizante líquido rico en nitrógeno, como té de compost o emulsión de pescado, cada 2–3 semanas.
-
Durante la temporada, puedes complementar con un fertilizante rico en potasio para mejorar el color de los tallos y fortalecer la planta.
Evita el exceso de fertilizante, ya que puede producir hojas muy blandas y con menos sabor.
Una nutrición equilibrada mantiene tu acelga productiva durante meses.
Cosecha de la Acelga
Puedes cosechar la acelga como hojas tiernas o dejarla madurar para obtener hojas grandes.
-
Hojas tiernas: Cosecha cuando midan entre 8 y 10 cm, ideales para ensaladas.
-
Hojas maduras: Corta las hojas exteriores cuando alcancen 20–25 cm. Deja intacto el centro para que siga produciendo.
Este método de “corte y rebrote” permite cosechar de la misma planta durante semanas o incluso meses.
La cosecha regular no solo te da hojas frescas, sino que también estimula un nuevo crecimiento constante.
Plagas y Problemas Comunes
Aunque la acelga es resistente, puede verse afectada por algunas plagas:
-
Pulgones: Lávalos con agua o aplica aceite de neem.
-
Minadores de hojas: Retira y desecha las hojas dañadas.
-
Babosas y caracoles: Coloca barreras naturales como cáscaras de huevo trituradas o tierra de diatomeas alrededor de la maceta.
Mantener una buena ventilación y un espacio adecuado entre plantas ayuda a prevenir hongos.
También puedes rotar las macetas para reducir la acumulación de plagas.
Prolonga la Temporada de Cultivo
Una de las ventajas de cultivar en macetas es poder mover las plantas según la estación.
-
Clima fresco: La acelga prospera en primavera y otoño.
-
Verano: Dale sombra ligera para evitar que florezca prematuramente.
-
Invierno: En climas templados, puede seguir creciendo con protección mínima. En zonas frías, mueve las macetas a un lugar protegido o bajo techo.
Gracias a esta adaptabilidad, la acelga puede ser un cultivo casi todo el año.
Conclusión
La acelga es una de las hortalizas más coloridas, nutritivas y agradecidas para cultivar en contenedores.
Es perfecta para quienes buscan aprovechar al máximo espacios pequeños y disfrutar de plantas que combinan belleza y utilidad.



Your comment is awaiting moderation.
swylgu