Los tomates son uno de los cultivos favoritos en los huertos caseros. Son versátiles en la cocina, crecen bien en distintas condiciones y se adaptan tanto a pequeños jardines urbanos como a parcelas más grandes. Sin embargo, muchos jardineros pasan por alto una forma simple y eficaz de multiplicar sus plantas sin necesidad de comprar más semillas: la clonación. Usando botellas de plástico recicladas, es posible propagar esquejes de tomate y obtener nuevas plantas de manera rápida, eficiente y sostenible. Este método ahorra dinero, reduce desechos y garantiza un suministro continuo de plantas sanas.

¿Por qué clonar tomates en lugar de sembrar desde semilla?

Sembrar tomates desde semilla es gratificante, pero requiere tiempo, paciencia y condiciones adecuadas para la germinación. La clonación, en cambio, ofrece ventajas únicas:

  • Crecimiento más rápido: Los esquejes de una planta madura llevan semanas de ventaja sobre las plántulas, por lo que enraízan y crecen con mayor rapidez.

  • Consistencia genética: Las plantas clonadas son copias idénticas de la planta madre, garantizando el mismo sabor, rendimiento y características de crecimiento.

  • Cosecha prolongada: Al enraizar esquejes a mitad de temporada, se escalona la producción y se disfruta de tomates durante más tiempo.

  • Ahorro económico: Una sola planta saludable puede generar muchas más sin necesidad de comprar semillas adicionales.

Para quienes tienen poco espacio o tiempo, clonar tomates en botellas resulta una solución práctica y eficaz.

Elección de los esquejes adecuados

Los mejores esquejes provienen de plantas sanas y libres de enfermedades. Busca los chupones, esos brotes que surgen en la unión entre el tallo principal y una rama. Estos son ideales porque son vigorosos y enraízan con facilidad.

Selecciona chupones de unos 10–15 cm de longitud. Los más jóvenes se adaptan mejor que los tallos leñosos. Utiliza tijeras limpias o desinfectadas para evitar la transmisión de enfermedades.

Preparación de las botellas para la propagación

Las botellas recicladas son perfectas porque crean un ambiente cerrado que favorece el desarrollo de raíces. Así se preparan:

  1. Elige botellas: De 1 o 1,5 litros, transparentes.

  2. Córtalas: Haz un corte a dos tercios desde la base, dejando la parte inferior como contenedor.

  3. Drenaje (opcional): Si usas tierra, haz agujeros en la base. Si enraízas en agua, no los necesitas.

  4. Prepara el medio: Puedes usar agua limpia (enraizamiento hidropónico) o sustrato ligero de siembra. Con agua podrás observar el crecimiento de las raíces más fácilmente.

Enraizar esquejes de tomate en agua

Un método muy sencillo consiste en enraizar directamente en agua:

  • Llena la base de la botella con agua limpia.

  • Retira las hojas inferiores del esqueje, dejando solo el brote superior.

  • Coloca el esqueje dentro, asegurando que el tallo quede sumergido unos centímetros.

  • Ubica la botella en un lugar luminoso, pero sin sol directo.

En 7–10 días aparecerán raíces blancas. Cuando midan varios centímetros, el esqueje estará listo para trasplantar a tierra.

Enraizar esquejes en tierra

Si prefieres que arraiguen directamente en sustrato:

  • Llena la botella con mezcla ligera para semilleros.

  • Planta el esqueje hasta la mitad de su longitud, retirando las hojas inferiores.

  • Riega ligeramente para mantener la humedad.

  • Coloca la parte superior de la botella a modo de mini invernadero.

En unas dos semanas se formarán raíces y la planta empezará a producir nuevos brotes.

Cuidados durante la propagación

  • Luz: Prefiere luz brillante e indirecta. El sol directo puede recalentar la botella, mientras que poca luz retrasa el crecimiento.

  • Humedad: En tierra, mantén la humedad constante. En agua, cámbiala cada pocos días para evitar que se estanque.

  • Ventilación: Si usas la botella cerrada con tierra, ábrela de vez en cuando para evitar hongos.

Trasplante de los clones

Cuando las raíces midan entre 5 y 7 cm, los clones estarán listos para trasplantarse. Retíralos con cuidado y plántalos en macetas más grandes o directamente en el huerto. Recuerda enterrarlos más profundo de lo normal, ya que los tomates desarrollan raíces adicionales en los tallos enterrados.

Después del trasplante, riega bien y coloca las plantas en semisombra unos días para ayudarlas a adaptarse antes de exponerlas al sol pleno.

Multiplica tu cultivo de tomates

Con este método, una sola planta puede generar múltiples clones a lo largo de la temporada. Es ideal si deseas ampliar tu huerto sin gastar más dinero y mantener la uniformidad en tus plantas, ya sea en sabor, tamaño o resistencia a enfermedades.

Conclusión

La clonación de tomates en botellas es un truco sencillo y muy efectivo, perfecto tanto para huertos urbanos como para jardines caseros. Convierte botellas comunes en herramientas de propagación que permiten multiplicar tus plantas de forma rápida y sostenible.