El ajo es un ingrediente esencial en la cocina, apreciado por su sabor intenso y sus numerosos beneficios para la salud. Lo que muchos jardineros no saben es que el ajo puede cultivarse con éxito en cubetas o macetas, al igual que en el suelo. Para quienes no cuentan con espacio en el jardín, este método ofrece una forma sencilla, práctica y muy gratificante de disfrutar de ajo fresco cultivado en casa.

Cultivar ajo en cubetas es un proceso fácil que requiere solo algunos materiales básicos, el suelo adecuado y un poco de paciencia. Una vez plantado, el ajo necesita muy pocos cuidados y, en unos meses, podrás disfrutar de una excelente cosecha.

Por Qué Cultivar Ajo en Cubetas

Existen muchas razones para optar por el cultivo del ajo en recipientes:

Ahorro de espacio: Incluso con espacio limitado, como un balcón, terraza o azotea, puedes obtener una abundante cosecha de ajo.

Control de plagas: Las cubetas pueden moverse fácilmente, lo que permite mantener el ajo alejado de insectos o ajustar su exposición al sol.

Control del suelo: Al cultivar en contenedores puedes preparar la mezcla de tierra perfecta, asegurando un buen drenaje y nutrientes adecuados.

Comodidad: No necesitas un jardín grande—solo una cubeta resistente y dientes de ajo de buena calidad.

Con estas ventajas, el cultivo del ajo en cubetas resulta ideal tanto para principiantes como para jardineros con experiencia.


Elegir la Cubeta Adecuada

El ajo desarrolla un sistema de raíces fuerte y necesita espacio suficiente para formar bulbos grandes.

  • Tamaño: Usa una cubeta de al menos 25–30 cm de profundidad y ancho. Una cubeta de 20 litros puede albergar entre 6 y 8 dientes de ajo.

  • Drenaje: Haz de 6 a 8 agujeros en la base para permitir que el exceso de agua drene. Sin drenaje, las raíces pueden pudrirse.

  • Material: Las cubetas de plástico son ligeras y duraderas, mientras que las de barro permiten mejor circulación de aire, aunque se secan más rápido. Cualquiera sirve si vigilas el riego.


Preparación del Suelo

El ajo prospera en un suelo suelto, rico y con buen drenaje. Para lograrlo:

  • Mezcla partes iguales de tierra para macetas, compost y arena o perlita.

  • Asegúrate de que el sustrato sea fértil, ya que el ajo requiere nutrientes durante todo su crecimiento.

  • Añade un puñado de estiércol bien descompuesto o humus de lombriz antes de plantar.

  • Evita los suelos arcillosos, que retienen demasiada humedad y pueden causar pudrición.


Selección del Ajo para Plantar

El tipo de ajo que elijas influirá en el tamaño y sabor de la cosecha:

  • Ajo de cuello duro (hardneck): Ideal para climas fríos. Produce un tallo floral (scape) y pocos dientes grandes.

  • Ajo de cuello blando (softneck): Prefiere climas cálidos. Da más dientes por bulbo y se conserva mejor.

Elige bulbos frescos y orgánicos de viveros o proveedores confiables, ya que el ajo de supermercado suele estar tratado para evitar la germinación.

Antes de plantar, separa los dientes del bulbo sin quitarles la piel exterior. Escoge los dientes más grandes y sanos.


Cómo Plantar Ajo en Cubetas

  1. Llena la cubeta con la mezcla de tierra, dejando unos 5 cm libres desde el borde.

  2. Coloca los dientes con la punta hacia arriba y la base (plana) hacia abajo.

  3. Deja entre 10 y 15 cm de espacio entre cada diente.

  4. Entierra los dientes unos 5 cm de profundidad y cubre ligeramente con tierra.

  5. Riega bien después de plantar.

Para asegurar un suministro continuo, planta varias cubetas en distintas épocas del año.


Cuidados del Ajo

Aunque el ajo requiere poco mantenimiento, algunos cuidados básicos mejoran el rendimiento:

  • Luz solar: Coloca la cubeta donde reciba de 6 a 8 horas de sol directo al día.

  • Riego: Mantén la tierra húmeda, pero no encharcada. Riega cuando la capa superior del suelo esté seca. Reduce el riego cuando las hojas comiencen a amarillear, señal de madurez.

  • Fertilización: Aplica un fertilizante rico en nitrógeno cada 3–4 semanas durante la etapa de crecimiento. Cuando comiencen a formarse los bulbos, cambia a uno con más potasio.

  • Mantillo: Cubre la superficie con paja o hojas secas para conservar la humedad y mantener fresco el suelo.


Cosecha del Ajo

El ajo suele estar listo para cosechar entre 8 y 9 meses después de la siembra, dependiendo del clima y la variedad.

Indicaciones de madurez:

  • Las hojas inferiores comienzan a amarillear y secarse.

  • Aproximadamente la mitad del follaje aún permanece verde.

Para cosechar:

  1. Suspende el riego una o dos semanas antes de la recolección para que los bulbos se endurezcan.

  2. Afloja suavemente la tierra y extrae los bulbos con cuidado.

  3. Deja los bulbos en un lugar seco, ventilado y sombreado durante 2–3 semanas para que se curen.

El ajo curado puede almacenarse durante varios meses en un sitio fresco y seco.


Conclusión

Cultivar ajo en cubetas es una de las formas más fáciles y satisfactorias de disfrutar la jardinería en casa. No requiere mucho espacio ni esfuerzo, y los resultados son gratificantes.