El maíz es uno de los cultivos más importantes en el mundo, y su rendimiento está directamente relacionado con un manejo adecuado del suelo, el riego y, sobre todo, la fertilización. Muchos agricultores realizan una primera fertilización al momento de la siembra, pero la segunda fertilización, también conocida como fertilización de cobertura, es clave si se desea duplicar la producción y asegurar una cosecha más abundante.
En este artículo te explicamos de forma clara y detallada cómo hacer la segunda fertilización del maíz, cuándo es el mejor momento para aplicarla, qué tipo de fertilizantes utilizar, y algunos consejos prácticos que marcan la diferencia entre un cultivo promedio y uno de alto rendimiento.
¿Por qué es importante la segunda fertilización?
Después de la siembra, el maíz pasa por diferentes etapas de desarrollo que requieren nutrientes específicos. La primera fertilización provee los nutrientes básicos que necesita la planta para germinar y establecerse. Sin embargo, a medida que la planta crece, su demanda de nitrógeno, fósforo y potasio aumenta considerablemente, sobre todo entre los 30 y 45 días después de sembrado.
Es en este momento cuando la segunda fertilización se vuelve esencial. Si no se aplica o se hace de forma inadecuada, la planta puede mostrar síntomas de deficiencias, tener un crecimiento limitado, y producir menos mazorcas o de menor tamaño.
¿Cuándo hacer la segunda fertilización?
El momento óptimo para realizar la segunda fertilización del maíz es cuando la planta tiene entre 6 y 8 hojas desarrolladas, lo que ocurre normalmente entre los 25 y 40 días después de la siembra, dependiendo del clima y la variedad de maíz.
Este periodo coincide con el inicio de la formación del tallo principal y el desarrollo del sistema radicular. Si fertilizas en esta fase, le estás dando a la planta el impulso que necesita justo cuando más lo requiere para producir espigas más grandes y granos más llenos.
¿Qué nutrientes necesita el maíz en esta etapa?
En la segunda fertilización, el nutriente más importante es el nitrógeno (N), ya que es fundamental para el crecimiento vegetativo, el desarrollo del follaje, y la formación de la espiga. También se recomienda complementar con fósforo (P) y potasio (K) si el análisis de suelo lo indica o si no se aplicaron adecuadamente en la primera fertilización.
Además, pueden añadirse micronutrientes como zinc, azufre y magnesio, especialmente si se presentan deficiencias visibles o si el suelo es pobre en estos elementos.
¿Qué fertilizante utilizar en la segunda fertilización?
Existen varias opciones, pero una de las fórmulas más utilizadas para la segunda fertilización del maíz es el urea (46-0-0), por su alto contenido de nitrógeno. También se pueden utilizar fertilizantes compuestos como:
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Urea + Sulfato de amonio
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Urea + Nitrato de amonio
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Fórmulas balanceadas como 30-10-10 o 20-10-10 (según análisis de suelo)
Es muy importante no excederse en la dosis, ya que un exceso de nitrógeno puede provocar un crecimiento excesivo del follaje, mayor susceptibilidad a plagas, y un retraso en la maduración del grano.
Dosis recomendada de fertilizante
La cantidad exacta de fertilizante dependerá de varios factores como la variedad del maíz, el tipo de suelo, y la fertilización previa. Sin embargo, como guía general, se recomienda:
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100 a 150 kg de urea por hectárea para un rendimiento medio
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Hasta 200 kg/ha si se busca una producción intensiva (con riego y manejo técnico)
Es ideal basarse en un análisis de suelo para ajustar la dosis exacta y no desperdiciar fertilizante ni afectar negativamente el suelo.
¿Cómo aplicar la segunda fertilización?
La forma correcta de aplicar la fertilización de cobertura es la siguiente:
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Aplicación al lado de la planta: Distribuye el fertilizante en bandas, a unos 5-10 cm de distancia del tallo y a 5-7 cm de profundidad para evitar quemaduras en las raíces.
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Evitar la aplicación superficial: Si se deja el fertilizante en la superficie y no hay lluvias, el nitrógeno puede volatilizarse y perderse en forma de gas.
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Aplicar antes o después de la lluvia o riego: La humedad ayuda a disolver el fertilizante y facilita su absorción por las raíces.
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Evita aplicar con el suelo seco o en pleno sol.
Consejos adicionales para duplicar la producción
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Control de malezas: Un cultivo limpio crece más rápido y absorbe mejor los nutrientes.
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Riego oportuno: Si tienes acceso a riego, asegúrate de mantener la humedad adecuada durante la fase de floración y llenado de grano.
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Monitoreo constante: Revisa tus plantas semanalmente en busca de plagas, enfermedades o síntomas de deficiencia.
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Rotación de cultivos: Cambiar de cultivo ayuda a mantener el suelo saludable y a reducir enfermedades.
Conclusión
La segunda fertilización del maíz es uno de los momentos más críticos del cultivo. Si se realiza de manera correcta, con el fertilizante adecuado y en el momento justo, puedes duplicar tu producción y obtener mazorcas más grandes y pesadas. Lo importante es combinar un buen manejo agronómico con un plan nutricional adaptado a tu terreno.
Invertir tiempo y atención en esta etapa puede marcar la diferencia entre una cosecha regular y una verdaderamente rentable. ¡Haz la prueba y observa los resultados!