Las sansevierias (Sansevieria), también conocidas como lengua de suegra, son una de las plantas de interior más elegantes y de bajo mantenimiento que puedes tener. Con sus hojas verticales y arquitectónicas y sus patrones llamativos, son ideales para darle a cualquier espacio un toque moderno y fresco. Pero más allá de los cuidados básicos, la manera en que estilizas tu sansevieria —ya sea con los contenedores, la ubicación o las combinaciones— puede marcar una gran diferencia en su impacto visual.
Aquí te mostramos cómo convertir tu sansevieria en una pieza destacada de tu hogar con elecciones inteligentes de macetas y estilo.
1. Elige macetas que encajen con el estilo de tu espacio
Las sansevierias se adaptan a una amplia variedad de macetas, pero la elección ideal depende del ambiente que quieras crear.
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Espacios minimalistas o modernos: opta por macetas de cerámica lisa en tonos neutros como blanco, negro, gris o pasteles mate.
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Hogares boho o eclécticos: elige macetas coloridas con texturas, acabados pintados a mano o cubiertas de mimbre.
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Ambientes industriales o rústicos: usa macetas de metal o concreto para lograr un contraste elegante con las hojas estructuradas.
Como la sansevieria crece de forma vertical, también luce muy bien en macetas cilíndricas altas que realcen su forma erguida.
2. Juega con la altura y la forma de la maceta
Elige una maceta cuya altura complemente el porte vertical de la planta. Aquí algunas ideas:
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Macetas altas: perfectas para variedades grandes, creando un efecto dramático como planta de suelo.
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Macetas bajas y anchas: ideales para variedades compactas o enanas, logrando un centro de mesa equilibrado.
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Macetas sobre pedestal: elevan la planta y la hacen destacar en esquinas o junto a muebles.
Asegúrate de que cualquier maceta que uses tenga buen drenaje para evitar el exceso de agua en las raíces.
3. Combínala con otras plantas para mayor atractivo visual
Las sansevierias se ven espectaculares por sí solas, pero también pueden formar composiciones interesantes junto a otras plantas. Su forma rígida y vertical contrasta muy bien con especies de hojas suaves o colgantes.
Prueba combinarlas con:
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Pothos o cadena de corazones: para añadir un toque colgante que equilibre su rigidez.
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Lirios de la paz o calateas: para sumar frondosidad y variedad de formas de hojas.
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Plantas ZZ: para una combinación de bajo mantenimiento con requerimientos de luz similares.
Cuando agrupes varias plantas, usa macetas de diferentes alturas y texturas para mantener la armonía visual.
4. Usa macetas decorativas tipo “cachepot”
Si tu sansevieria está en una maceta de plástico básica, colócala dentro de un cachepot decorativo para mejorar al instante su aspecto. Esto te permite cambiar el estilo fácilmente según la temporada o el ambiente, y además protege tus muebles de la humedad.
Solo recuerda sacar la maceta interior antes de regar para evitar que el agua se acumule en el fondo.
5. Juega con el contraste de colores
Las hojas de la sansevieria son visualmente impactantes: algunas son de un verde intenso, otras tienen bordes amarillos o tonos plateados. Puedes aprovechar el color del tiesto para realzar su belleza.
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Hojas verde oscuro: lucen más con macetas claras o neutras.
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Variedades con bordes amarillos: combinan bien con tonos cálidos como terracota, dorado o madera natural.
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Variedades plateadas o grises: resaltan con colores fríos como azul marino, pizarra o acabados de cemento.
El contraste de color puede transformar una planta sencilla en un punto focal sofisticado.
6. Prueba con contenedores poco convencionales
Las sansevierias son adaptables y crecen bien en recipientes creativos que añaden carácter a tu hogar.
Algunas ideas:
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Cestas vintage forradas con plástico para un toque acogedor.
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Latas o cubos metálicos con orificios de drenaje para un estilo rústico.
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Macetas de pared para aprovechar el espacio vertical.
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Jardineras alargadas para exhibir varias sansevierias pequeñas en fila sobre una repisa o alféizar.
Lo importante es que el recipiente permita drenar el exceso de agua y sea lo suficientemente estable para sostener la planta.