Las remolachas (betabeles) son una de las verduras más gratificantes de cultivar en casa. No solo producen raíces vibrantes y ricas en nutrientes, sino que también ofrecen hojas comestibles que pueden alegrar tus comidas. Tradicionalmente cultivadas en bancales, las remolachas también pueden prosperar en contenedores, incluidas las macetas colgantes, lo que las convierte en una opción ideal para aquellos con espacio limitado. Al usar macetas colgantes, puedes transformar balcones, patios o incluso pequeños patios interiores en mini-huertos productivos mientras disfrutas del encanto único de la vegetación colgante y las cosechas coloridas.
Esta guía explora todo lo que necesitas saber para cultivar remolachas con éxito en macetas colgantes, desde la selección del contenedor hasta el cuidado, mantenimiento y cosecha.
Paso 1: Elegir la Maceta Colgante Correcta
No todas las macetas son adecuadas para hortalizas de raíz, así que selecciona con cuidado.
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Profundidad y ancho: Elige una maceta de al menos 25 a 30 centímetros de profundidad y lo suficientemente ancha para acomodar varias plantas sin amontonarse.
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Material: Las macetas resistentes de plástico, metal o madera son ideales. Asegúrate de que puedan soportar el peso del sustrato y el agua cuando estén suspendidas.
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Agujeros de drenaje: El drenaje adecuado es esencial para evitar el sustrato empapado, que daña las raíces de la remolacha.
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Revestimiento (opcional): Usa fibra de coco o un revestimiento transpirable para retener el sustrato mientras permites el drenaje.
Paso 2: Preparación del Sustrato
La calidad del sustrato determina qué tan bien crecen las remolachas en contenedores. Dado que las raíces son la cosecha principal, el sustrato debe ser ligero y rico en nutrientes.
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Textura: Utiliza una mezcla suelta y con buen drenaje para evitar la compactación. Una mezcla de sustrato de jardín, compost y perlita funciona bien.
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Nutrientes: Incorpora compost orgánico o humus de lombriz para suministrar potasio y fósforo, que promueven un fuerte crecimiento de la raíz.
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Nivel de pH: Las remolachas prefieren sustrato ligeramente ácido a neutro, con un pH de $6.0 \text{–} 7.5$.
Llena la maceta casi hasta el borde, dejando unos 2.5 centímetros de espacio para evitar el desbordamiento al regar.
Paso 3: Siembra de Remolachas
Las remolachas crecen mejor a partir de la siembra directa, ya que el trasplante puede perturbar sus raíces.
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Profundidad de siembra: Planta las semillas a aproximadamente 1 centímetro de profundidad.
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Espaciado: Coloca las semillas a 5 centímetros de separación para dejar suficiente espacio para que las raíces se expandan.
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Aclareo: Dado que las semillas de remolacha son racimos, puedes obtener múltiples plántulas por lugar. Una vez que alcancen 7 a 10 centímetros de altura, acláralas a una planta cada 7 a 10 centímetros. Las hojas aclaradas se pueden comer frescas en ensaladas.
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Riego: Humedece suavemente el sustrato después de plantar para fomentar la germinación.
Paso 4: Cuidado de las Remolachas en Macetas Colgantes
Una vez establecidas, las remolachas requieren un cuidado constante pero simple.
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Luz solar: Coloca la maceta donde reciba 6-8 horas de luz solar al día. La luz brillante asegura un desarrollo adecuado de la raíz.
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Riego: Mantén el sustrato uniformemente húmedo, pero evita el encharcamiento. Las macetas colgantes se secan más rápido que los bancales, así que revisa la humedad regularmente.
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Fertilización: Cada 3-4 semanas, alimenta con un fertilizante líquido equilibrado o té de compost para fomentar hojas y raíces saludables.
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Circulación de aire: Las macetas colgantes permiten una buena circulación de aire, lo que reduce el riesgo de enfermedades, pero vigila las plagas como pulgones o minadores de hojas.
Paso 5: Cosecha de tus Remolachas
Las remolachas están listas para cosechar cuando alcanzan alrededor de 4-8 centímetros de diámetro. Esto generalmente toma 7-10 semanas, dependiendo de la variedad y las condiciones de crecimiento.
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Raíces: Tira suavemente de la planta del sustrato cuando las copas de las raíces sean visibles sobre la superficie. Las raíces más pequeñas son más dulces y tiernas.
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Hojas: Cosecha las hojas exteriores durante todo el período de crecimiento sin dañar la corona central. Las hojas de remolacha están repletas de vitaminas y se pueden saltear, cocer al vapor o comer crudas.
Al escalonar tu siembra cada dos o tres semanas, puedes disfrutar de un suministro constante de remolachas y hojas frescas durante toda la temporada.
Solución de Problemas Comunes
Incluso con un cuidado atento, las remolachas cultivadas en macetas colgantes pueden enfrentar algunos desafíos:
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Amontonamiento: Las plantas superpobladas conducen a raíces pequeñas o deformes. El aclareo adecuado es esencial.
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Secado: Las macetas colgantes pierden humedad rápidamente. Aumenta la frecuencia de riego durante el clima cálido.
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Deficiencia de nutrientes: Las hojas amarillentas pueden indicar falta de nutrientes. Aplica un fertilizante orgánico rico en nitrógeno para el crecimiento de hojas y potasio para las raíces.
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Plagas: Vigila las plagas comunes como los pulgones. Los remedios naturales como el aceite de neem o el jabón insecticida pueden ayudar.
Conclusión
Cultivar remolachas en macetas colgantes es práctico y visualmente agradable. Con la maceta, el sustrato y el cuidado constante adecuados, puedes cosechar remolachas coloridas y nutritivas directamente desde tu balcón o patio. Este método hace posible disfrutar de alimentos cultivados en casa incluso sin espacio de jardín tradicional, mientras que también crea una exhibición verde única y animada.


