Las judías verdes, también llamadas ejotes, vainitas o habichuelas tiernas, son una de las hortalizas más gratificantes de cultivar en casa. Crujientes, nutritivas y muy versátiles en la cocina, son un favorito tanto de jardineros como de cocineros. Incluso sin un huerto tradicional, puedes disfrutar de un suministro constante de judías frescas cultivándolas en cajas de madera. Con la planificación y los cuidados adecuados, este método permite cosechas continuas durante toda la temporada, directamente desde tu balcón, patio o huerto urbano.


¿Por qué funcionan bien las cajas de madera?

Las cajas de madera ofrecen un entorno excelente porque combinan practicidad y estilo. A diferencia de los contenedores de plástico o metal, la madera aísla naturalmente el sustrato: lo mantiene más fresco durante el calor del verano y más cálido en noches frescas. Esta regulación de temperatura resulta muy beneficiosa para las judías, que prosperan en condiciones moderadas.

Además, las cajas son adaptables: se pueden construir o comprar en diferentes tamaños, colocarse en esquinas, contra paredes o incluso apilarse en niveles. Su aspecto rústico embellece el espacio mientras proporciona a las plantas un hogar productivo y con buen drenaje.


Elegir la caja adecuada

Aunque las judías no tienen raíces muy profundas, necesitan espacio suficiente para crecer fuertes. Una caja de 30–40 cm de profundidad funciona bien.

  • Para variedades de mata baja, lo ideal son cajas anchas que permitan sembrar varias hileras juntas.

  • Para judías trepadoras, conviene un cajón rectangular que deje espacio para un enrejado o tutores.

Usa madera sin tratar químicamente y resistente a la pudrición, como cedro, pino o secuoya. Evita la madera tratada a presión, ya que puede liberar sustancias nocivas al suelo. Asegúrate de que la caja tenga varios orificios de drenaje y, si es posible, elévala ligeramente con ladrillos o listones para mejorar la ventilación.


Preparación del sustrato

Las judías verdes prefieren suelos ligeros, bien drenados y ricos en materia orgánica. Una buena mezcla para cajas de madera incluye:

  • compost,

  • tierra de jardín (marga o loam),

  • arena gruesa o perlita.

Como las judías fijan nitrógeno en el suelo a través de sus raíces, no requieren suelos muy ricos en este nutriente. El compost aporta un equilibrio adecuado de minerales para un desarrollo sano.

El pH ideal se sitúa entre 6,0 y 7,5. Si puedes, haz una prueba de pH y ajusta con cal o azufre en caso necesario.


Siembra para cosechas continuas

Una de las formas más fáciles de asegurar judías durante toda la temporada es escalonar la siembra. En lugar de sembrar todas las semillas de una vez, planta pequeños grupos cada 2–3 semanas. Así, mientras una tanda madura, la siguiente comienza a producir.

  • Judías de mata baja: compactas, rápidas y productivas. Siembra a 2–3 cm de profundidad y con 5–7 cm de separación entre semillas. No requieren tutores y son perfectas para cajas pequeñas.

  • Judías trepadoras: de crecimiento alto, necesitan un enrejado o estacas. Siembra a unos 10 cm de separación cerca del soporte. Producen durante más tiempo que las de mata baja, ideales para cosechas prolongadas.

Combinando siembra escalonada y ambas variedades, podrás ampliar significativamente el periodo de recolección.


Luz solar y riego

Las judías verdes requieren al menos 6–8 horas de sol directo al día. Coloca tu caja en el lugar más soleado disponible, ya sea un balcón, patio o rincón del jardín.

Mantén el sustrato uniformemente húmedo, sobre todo durante la floración y el desarrollo de las vainas. Las cajas de madera tienden a secarse más rápido que el suelo, así que revisa la humedad con frecuencia. Riega en profundidad, asegurando que el agua llegue a las raíces. Aplicar acolchado con paja o hojas trituradas ayuda a conservar la humedad y mantener frescas las raíces.


Nutrición y mantenimiento

Dado que las judías producen su propio nitrógeno, no requieren abonados intensivos. Evita los fertilizantes muy ricos en nitrógeno, ya que generan muchas hojas pero pocas vainas. En su lugar, utiliza té de compost o un fertilizante orgánico equilibrado una vez que las plantas comiencen a florecer.

El mantenimiento es sencillo: controla las malas hierbas, guía las plantas trepadoras por los tutores y retira las plantas agotadas para dar paso a nuevas siembras.


Plagas y enfermedades

Las judías son resistentes, pero pueden verse afectadas por pulgones, ácaros o escarabajos del frijol. Revisa las plantas con frecuencia y aplica remedios naturales como aceite de neem o jabón potásico en caso de infestación.

En climas húmedos pueden aparecer enfermedades como mildiu polvoriento o roya. Para prevenirlas, mantén buena ventilación, respeta la distancia de siembra y evita el riego por aspersión.


Cosecha de judías verdes

Las judías se cosechan cuando las vainas están tiernas y firmes, generalmente entre 50 y 60 días después de la siembra. Deben estar crujientes, pero no hinchadas por las semillas.

  • En las judías de mata baja, la producción dura unas pocas semanas, pero con siembras escalonadas siempre tendrás nuevas vainas.

  • En las judías trepadoras, la producción se mantiene durante semanas o incluso meses si se cosechan con regularidad.

Cosecha cada pocos días para estimular la planta a seguir produciendo.


Reflexión final

El cultivo de judías verdes en cajas de madera es simple, productivo y decorativo, incluso en espacios reducidos. Con la elección de la caja adecuada, un buen sustrato y la práctica de la siembra escalonada, podrás disfrutar de vainas frescas, crujientes y sabrosas de manera continua durante toda la temporada.