Si piensas que eres de esas personas que “mata todas las plantas”, no estás solo. Muchas personas quieren darle un toque verde a su hogar, pero terminan con hojas marchitas, marrones o secas. La buena noticia es que existen plantas capaces de sobrevivir incluso en manos de los jardineros más olvidadizos o inexpertos. Una de las más resistentes y visualmente atractivas es el anturio.

Conocido por sus hojas grandes en forma de corazón y sus vibrantes flores cerosas (técnicamente llamadas espatas), el anturio es una excelente opción para principiantes. Con unos simples consejos y entendiendo un poco lo que esta planta necesita, podrás dejar atrás tu fama de “mata plantas”.


¿Por qué elegir un anturio?

Los anturios son resistentes, de crecimiento lento y añaden un toque tropical a cualquier espacio. Originarios de Centro y Sudamérica, se adaptan muy bien a la vida en interiores. Su follaje llamativo y sus flores duraderas iluminan rincones, estantes o escritorios. Aunque tienen algunas necesidades específicas, una vez cubiertas, requieren muy pocos cuidados para prosperar.


1. Elige el lugar adecuado

A los anturios les encanta la luz, pero no el sol directo. La luz brillante e indirecta es perfecta. Una ventana orientada al este o al norte es lo ideal. Si solo cuentas con una ventana hacia el sur con sol directo, coloca la planta unos pasos atrás o utiliza una cortina ligera para filtrar la luz. Demasiado sol puede quemar las hojas, mientras que muy poca luz frena el crecimiento y reduce la floración.


2. Usa la maceta y el sustrato correctos

El drenaje es fundamental. Escoge una maceta con orificios de drenaje para evitar que el agua se acumule en el fondo y cause pudrición de raíces. En cuanto al sustrato, lo mejor es una mezcla aireada y ligera. Puedes usar un sustrato para orquídeas ya preparado o hacer el tuyo combinando partes iguales de tierra para macetas, corteza de orquídea y perlita. Esto imita su ambiente natural y mantiene las raíces sanas.


3. Riego adecuado

El riego es uno de los errores más comunes en principiantes. El truco con el anturio es regar solo cuando la capa superior de la tierra (unos 2–3 cm) esté seca. Mete un dedo en el sustrato: si está seco a esa profundidad, es momento de regar. Hazlo lentamente hasta que el agua salga por los orificios de drenaje y desecha el exceso del plato tras 10–15 minutos. Al anturio le gusta la tierra ligeramente húmeda, pero nunca encharcada.

En invierno, reduce los riegos ya que entra en un período de descanso y necesita menos agua.


4. Mantén la humedad y la temperatura

Siendo una planta tropical, el anturio disfruta de ambientes cálidos y húmedos. La temperatura ideal está entre 18–27 °C. Evita colocarlo cerca de corrientes frías, calefacciones o aires acondicionados.

La humedad es clave. Si tu hogar es seco, sobre todo en invierno, pulveriza sus hojas de vez en cuando, colócalo cerca de un humidificador o pon la maceta sobre un plato con guijarros y agua (sin que el fondo de la maceta toque el agua directamente).


5. Fertiliza con moderación

Para mantener tu anturio sano y en flor, abónalo cada 6–8 semanas durante la temporada de crecimiento (primavera y verano). Usa un fertilizante equilibrado, soluble en agua y diluido a la mitad de la dosis recomendada. Es mejor quedarse corto que excederse, ya que el exceso puede quemar las raíces o acumular sales en el sustrato.


6. Limpia las hojas

El polvo se acumula fácilmente en sus hojas grandes y brillantes, dificultando la fotosíntesis. Límpialas suavemente con un paño húmedo cada pocas semanas. Esto también te permitirá revisar si hay plagas o señales de enfermedad.


7. Vigila los problemas comunes

Aunque es de bajo mantenimiento, el anturio puede presentar señales de descuido:

  • Hojas amarillas → exceso de riego.

  • Puntas marrones → baja humedad.

  • Falta de flores → poca luz o necesidad de fertilizante.

De vez en cuando pueden aparecer arañas rojas o pulgones; revísalo y, si es necesario, trata la planta con jabón insecticida o aceite de neem.


8. Trasplanta cuando sea necesario

Los anturios no requieren trasplantes frecuentes. Cada 2–3 años es suficiente. Si notas raíces asomando por los orificios o la planta demasiado apretada, cámbiala a una maceta un poco más grande con sustrato fresco.


Conclusión

Aunque en el pasado hayas tenido mala suerte con las plantas, el anturio puede ser tu mejor aliado para empezar. Entendiendo unos principios básicos—luz, riego, humedad y buen sustrato—descubrirás que esta planta tropical es mucho más sencilla de lo que parece. Empieza con uno, sigue estos consejos, y verás cómo tu confianza como cuidador de plantas crecerá junto con tu anturio. 🌱❤️