Cultivar guisantes en macetas es una manera práctica y que ahorra espacio para disfrutar de guisantes frescos y dulces incluso si no tienes un huerto en tierra. Ya sea en un balcón, patio, azotea o un pequeño jardín trasero, la jardinería en macetas te permite producir verduras nutritivas en un entorno controlado. Los guisantes—ya sean de vaina, tirabeques o los tradicionales para desgranar—se adaptan muy bien a los contenedores gracias a su crecimiento compacto y raíces poco profundas.
Aquí tienes todo lo que necesitas saber para cultivar guisantes en macetas con éxito, desde elegir la maceta adecuada hasta cosechar vainas dulces.
1. Elige el Tipo de Guisante Correcto
Existen tres tipos principales de guisantes, todos aptos para macetas:
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Guisantes de jardín (para desgranar): Los clásicos guisantes verdes que se comen solo las semillas.
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Guisantes “sugar snap”: Vainas dulces y crujientes que se comen enteras.
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Tirabeques: Vainas planas y tiernas, muy usadas en la cocina asiática.
Para macetas, lo ideal son las variedades enanas o arbustivas, creadas para espacios pequeños. Algunas opciones excelentes son:
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‘Little Marvel’ (guisante de desgranar)
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‘Sugar Ann’ (guisante sugar snap)
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‘Oregon Sugar Pod’ (tirabeque)
Estas variedades son compactas, de crecimiento rápido y no requieren estructuras grandes de entutorado.
2. Seleccionar la Maceta Adecuada
Aunque las raíces de los guisantes son poco profundas, las plantas crecen altas y necesitan soporte.
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Tamaño: Una maceta de al menos 20–30 cm de profundidad y ancho. Para varias plantas, usa un recipiente de 30–45 cm de diámetro.
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Material: Terracota, plástico o tela son adecuados. Lo más importante es que tenga buen drenaje.
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Drenaje: Evita el encharcamiento, que provoca pudrición de raíces. Usa platos o bases que permitan evacuar el exceso de agua.
En climas cálidos, las macetas claras ayudan a mantener la tierra más fresca.
3. Usa un Sustrato de Calidad
El suelo del jardín es demasiado denso para macetas. Los guisantes necesitan un sustrato suelto y bien drenado, enriquecido con materia orgánica.
Mezcla ideal:
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2 partes de sustrato para macetas
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1 parte de compost o estiércol maduro
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1 parte de perlita o arena gruesa para mejorar el drenaje
No necesitan demasiado nitrógeno: un exceso produce muchas hojas pero pocas vainas.
4. Siembra en Macetas
Los guisantes prefieren climas frescos y toleran heladas ligeras. Lo mejor es sembrar en primavera temprana o a finales del verano para una cosecha otoñal.
Cómo sembrar:
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Remoja las semillas una noche para acelerar la germinación.
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Siembra a 2–3 cm de profundidad y separadas unos 5 cm.
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Riega suavemente tras sembrar.
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Cuando las plántulas midan unos centímetros, aclara dejando 8–10 cm entre plantas para buena ventilación.
5. Coloca Soportes para las Variedades Trepadoras
Incluso las variedades enanas se benefician de algo de soporte para crecer erguidas y con mejor circulación de aire.
Opciones de soporte:
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Cañas de bambú
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Jaulas de tomate
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Pequeños enrejados
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Mallas o hilos sujetos a estacas
Colócalos al sembrar para no dañar las raíces después. Guía los tallos suavemente hacia el soporte a medida que crecen.
6. Riego y Luz
Los guisantes necesitan humedad constante, especialmente al florecer y formar vainas.
Consejos de riego:
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Mantén la tierra siempre húmeda, sin encharcar.
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Riega por la mañana para que el follaje se seque antes de la noche.
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Reduce el riego cuando las vainas empiecen a secarse (si guardas semillas).
Luz: Requieren al menos 6 horas de sol directo al día. En climas calurosos, protégelos con algo de sombra por la tarde.
7. Fertilización
Son plantas de bajo requerimiento nutricional porque fijan su propio nitrógeno del aire.
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Mezcla compost o fertilizante de liberación lenta en el sustrato antes de sembrar.
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Si es necesario, aplica un fertilizante líquido bajo en nitrógeno cuando empiecen a florecer.
El exceso de fertilizante, sobre todo de nitrógeno, reduce la producción de vainas.
8. Control de Plagas y Enfermedades
Aunque suelen ser resistentes, pueden aparecer:
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Pulgones
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Mildiu polvoriento
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Gorgojos del guisante
Prevención:
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Usa aceite de neem o jabón potásico contra insectos.
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Asegura buena ventilación y evita mojar las hojas al regar.
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Rota cultivos si reutilizas la misma maceta para evitar enfermedades en el suelo.
9. Cosecha de los Guisantes
La mejor calidad se logra al cosechar las vainas jóvenes y tiernas.
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Sugar snap: Cuando las vainas estén llenas pero aún crujientes.
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Tirabeques: Cuando las vainas estén planas pero de tamaño completo.
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De desgranar: Cuando las vainas se sientan firmes y llenas.
Para cosechar, usa ambas manos: una para sostener la planta y otra para arrancar suavemente la vaina. La cosecha regular estimula a la planta a producir más.
Reflexión Final
Cultivar guisantes en macetas es una forma sencilla y gratificante de disfrutar verduras frescas en espacios pequeños. Con la maceta, el sustrato y los cuidados adecuados, tu balcón o patio puede convertirse en un rincón verde lleno de vainas crujientes durante toda la temporada. Ya seas principiante o un jardinero experimentado que busca aprovechar mejor el espacio, los guisantes son una opción confiable y deliciosa para cualquier huerto en macetas.