La hierba de limón (Cymbopogon citratus) es una hierba tropical muy apreciada en la cocina asiática por su fresco aroma cítrico. Aunque prospera en climas cálidos y soleados, también se adapta muy bien al cultivo en macetas, lo que la hace ideal para quienes tienen poco espacio o viven en zonas de clima más frío. Ya sea en un balcón, terraza o alféizar soleado, esta guía te muestra paso a paso cómo cultivar con éxito hierba de limón en contenedores, desde la siembra hasta la cosecha.
Por qué cultivar hierba de limón en macetas
La hierba de limón es perfecta para el cultivo en recipientes gracias a su sistema radicular compacto, su fácil mantenimiento y su atractivo ornamental. Cultivarla en maceta te permite moverla según la luz disponible, protegerla del frío durante el invierno y controlar mejor la calidad del sustrato y la humedad.
Paso 1: Elegir la maceta adecuada
Elige un recipiente de al menos 30 cm de ancho y profundidad, ya que la hierba de limón crece en grupos compactos y necesita espacio para expandirse. Asegúrate de que tenga orificios de drenaje para evitar la pudrición de las raíces. Puedes usar macetas de barro, cerámica o plástico, pero evita aquellas sin drenaje, pues la planta no tolera el exceso de agua.
Paso 2: Preparar el sustrato
La hierba de limón prospera en suelos ricos en nutrientes y con buen drenaje. Usa un sustrato universal de calidad con buena aireación. Puedes mejorar el drenaje añadiendo arena gruesa o perlita, en una proporción de 3 partes de tierra por 1 parte de material drenante.
Antes de plantar, mezcla un poco de compost o fertilizante orgánico de liberación lenta para aportar nutrientes al inicio del crecimiento.
Paso 3: Plantar la hierba de limón
Puedes iniciar el cultivo a partir de tallos frescos o de plantas jóvenes compradas en vivero.
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A partir de tallos: compra tallos frescos que conserven el bulbo en la base. Retira las capas secas y colócalos en un vaso con agua, de manera que el extremo inferior quede sumergido. En una o dos semanas comenzarán a brotar raíces y nuevos brotes verdes.
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A partir de plántulas: si adquieres plantas jóvenes, puedes trasplantarlas directamente a la maceta.
Planta los tallos enraizados o las plántulas en el sustrato preparado, dejando unos 15 cm de separación entre ellos. Presiona suavemente la tierra alrededor de la base y riega bien.
Paso 4: Luz solar y ubicación
La hierba de limón ama el sol: necesita entre 6 y 8 horas de luz directa al día. Coloca la maceta en un lugar soleado, como un balcón o ventana orientada al sur. Si no tienes suficiente luz natural, usa una lámpara de cultivo.
Como planta tropical, no tolera las heladas. En climas fríos, lleva la maceta al interior antes de que las temperaturas bajen de 10 °C, o trátala como anual y replántala cada primavera.
Paso 5: Riego y fertilización
La hierba de limón prefiere la tierra húmeda, pero no encharcada. Riega cuando los primeros centímetros del sustrato estén secos al tacto. En épocas calurosas o secas, puede necesitar riego diario.
Fertiliza cada 4–6 semanas durante la temporada de crecimiento (de primavera a comienzos de otoño) con un abono líquido equilibrado o té de compost. Evita el exceso de nitrógeno, ya que puede generar mucho follaje y pocos tallos aromáticos.
Paso 6: Mantenimiento y poda
A medida que crece, la hierba de limón forma grupos densos de hojas alargadas. Para favorecer la ventilación y el crecimiento saludable, retira las hojas secas o amarillentas con regularidad. Si se vuelve muy alta o desordenada, recorta la parte superior.
Si el grupo se vuelve demasiado compacto, divídelo cada uno o dos años. Extrae la planta, separa el cepellón en varias secciones y vuelve a plantar cada una en tierra fresca. Esto rejuvenece la planta y te proporciona nuevos tallos para compartir o replantar.
Paso 7: Cosecha de la hierba de limón
Podrás comenzar a cosechar cuando los tallos midan entre 30 y 40 cm de altura y tengan entre 1 y 2 cm de grosor. Corta los tallos exteriores con un cuchillo o tijeras afiladas, cerca de la base. Deja los tallos centrales para que la planta siga creciendo.
La parte más baja y blanca del tallo es la más aromática y se usa en la cocina. Las hojas superiores, de color verde, también pueden emplearse para preparar infusiones o tés herbales.
Para conservar la hierba de limón, puedes secar o congelar los tallos. Lávalos bien y guárdalos en recipientes herméticos o bolsas aptas para congelación.
Problemas comunes y soluciones
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Hojas amarillas: exceso de agua o mal drenaje. Revisa el riego y asegúrate de que la maceta drene correctamente.
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Crecimiento lento: puede deberse a falta de nutrientes o luz. Aumenta la fertilización y coloca la maceta en un lugar más soleado.
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Plagas: aunque rara vez tiene problemas, en interiores puede aparecer ácaro rojo o pulgón. Usa jabón potásico o aceite de neem para controlarlos.
Conclusión
La hierba de limón es una planta fácil y gratificante de cultivar en macetas. Con buena luz solar, drenaje adecuado y cuidados regulares, podrás disfrutar de tallos frescos durante toda la temporada. Ya sea para preparar té, aromatizar platos o simplemente disfrutar de su fragancia en el balcón, la hierba de limón en maceta es una opción práctica y decorativa para cualquier jardín de pequeño espacio.


