El perejil es una de las hierbas más versátiles que puedes cultivar en casa. Ya sea para usarlo como adorno, en salsas o como ingrediente principal en tus platos, tener perejil fresco siempre a mano es muy práctico. Afortunadamente, crece muy bien en macetas o contenedores, lo que lo hace ideal para balcones, alféizares, patios o jardines pequeños. Con los cuidados y la preparación adecuados, el perejil puede prosperar en espacios reducidos y ofrecerte meses de cosecha. Aquí tienes una guía completa sobre la mejor manera de cultivar perejil en macetas o contenedores.

Por qué cultivar perejil en macetas
El cultivo de perejil en macetas tiene muchas ventajas. Permite un mejor control del sustrato y el drenaje, protege la planta de plagas del suelo y facilita mover la maceta a un lugar más soleado cuando sea necesario. Para quienes tienen poco espacio o no disponen de jardín, el cultivo en contenedores es una excelente solución. El perejil es compacto, tarda en florecer y puede cultivarse incluso en interiores con suficiente luz.

Elegir la maceta adecuada
El perejil tiene una raíz principal larga, por lo que necesita una maceta de al menos 20 a 25 cm de profundidad. Es importante que tenga buenos orificios de drenaje para evitar que el agua se acumule y cause pudrición de raíces. Puedes usar macetas de barro, plástico, cerámica o tela, siempre que permitan que el exceso de agua se drene fácilmente.
Si vas a cultivarlo en el alféizar de una ventana, elige una maceta más estrecha pero profunda para aprovechar el espacio sin afectar el desarrollo de las raíces.

Seleccionar el mejor sustrato
El perejil crece mejor en un sustrato rico en nutrientes y bien drenado. Una mezcla universal para macetas funciona bien, pero puedes mejorarla añadiendo compost o humus de lombriz. Evita usar tierra de jardín directamente, ya que suele ser demasiado compacta y puede retener demasiada humedad, dificultando la aireación de las raíces.
Mantén la tierra ligeramente húmeda, pero nunca encharcada. El sustrato debe conservar algo de humedad sin volverse fangoso.

Cultivar perejil desde semillas o plántulas
Desde semillas: el perejil germina lentamente, por lo general en 2 a 3 semanas. Para acelerar el proceso, remoja las semillas en agua tibia durante la noche antes de sembrarlas. Plántalas a unos 0.5 cm de profundidad y cúbrelas ligeramente con tierra. Mantén el sustrato húmedo durante la germinación y coloca la maceta en un lugar cálido y luminoso.
Desde plántulas: si prefieres resultados más rápidos, compra pequeñas plantas de perejil en un vivero. Trasplántalas al contenedor dejando unos 15 cm entre cada una. Asegura el sustrato alrededor de la base y riega bien después de plantar.
Tanto el perejil de hoja plana (italiano) como el rizado se adaptan perfectamente al cultivo en macetas; elige según tu preferencia de sabor o textura.

Luz y temperatura
El perejil prefiere pleno sol, aunque también tolera sombra parcial. Coloca la maceta en un sitio donde reciba al menos 5 a 6 horas de luz solar directa al día. Si lo cultivas en interiores, ubícalo cerca de una ventana orientada al sur o bajo una lámpara de crecimiento para garantizar suficiente luz.
En cuanto a temperatura, el perejil prospera en climas templados, entre 15°C y 24°C. En zonas cálidas, protégelo del sol intenso de la tarde o traslada la maceta durante los días de calor extremo.

Riego y fertilización
El perejil necesita un sustrato constantemente húmedo, pero no empapado. Riega cuando la capa superior (unos 2 cm) se sienta seca al tacto. En días calurosos o ventosos, puede requerir riegos más frecuentes. Evita dejar que la tierra se seque por completo, especialmente en plantas jóvenes.
Aunque no es una planta exigente en nutrientes, un abonado ocasional favorece un crecimiento frondoso. Usa un fertilizante líquido equilibrado cada 4 a 6 semanas o añade compost al sustrato una vez al mes para reponer los nutrientes de forma natural.

Cosecha del perejil
Puedes comenzar a cosechar una vez que la planta haya producido varios grupos de hojas. Corta siempre los tallos exteriores desde la base, lo que fomentará el rebrote desde el centro y mantendrá un suministro continuo.
Evita cortar más de un tercio de la planta a la vez. La cosecha regular estimula la producción de más hojas y retrasa la floración, especialmente en climas cálidos.
El perejil de hoja plana suele tener un sabor más intenso y es más fácil de picar, mientras que el rizado se usa más como adorno por su aspecto decorativo.

Consejos de cuidado

  • Gira la maceta cada pocos días para asegurar una iluminación uniforme.

  • Vigila la aparición de plagas como pulgones o mosca blanca; elimínalos con agua o jabón insecticida si es necesario.

  • Si la planta comienza a florecer, corta el tallo floral para prolongar la producción de hojas.

  • Colocar una capa de paja o piedrecillas en la superficie del sustrato ayuda a conservar la humedad y a mantener la temperatura estable.

Conclusión
Cultivar perejil en macetas o contenedores es un proyecto sencillo y gratificante. Con la configuración adecuada, riegos regulares y buena iluminación, tu perejil prosperará durante meses. Tanto si eres un jardinero experimentado como si estás empezando, el perejil cultivado en contenedor es una excelente adición a cualquier jardín de hierbas, ya sea interior o exterior. Es práctico, productivo y siempre útil en la cocina.