En invierno solemos comer cítricos como naranjas y mandarinas. Cada vez que los pelamos, nuestras manos se impregnan de la deliciosa fragancia de estos frutos.
Su corteza tiene un agradable aroma que podemos aprovechar de diferentes formas para perfumar la casa.
En lugar de tirar las pieles de los cítricos, si no tenemos intención de utilizarlas para la preparación de alimentos, siempre podemos encontrar varios trucos para hacer nosotros mismos ambientadores, sobre todo en invierno cuando podremos aprovechar nuestros calefactores y radiadores encendidos. como difusores.

Las peladuras en los calentadores para perfumar la casa
Reserva las peladuras y córtalas en trozos pequeños si es necesario. Tome un tazón pequeño de cerámica o vidrio, o incluso una cacerola vieja, y llénelo con agua.
Ponga las cáscaras en él y colóquelas en el radiador encendido.
Peelings al fuego para dar sabor a la casa
Use tazones pequeños que no bloqueen demasiado el flujo de aire. En una estufa que sea lo suficientemente fuerte (por ejemplo, una estufa de leña), puede usar sartenes más grandes.
Los peelings deben sumergirse en una cantidad suficiente de agua para evitar que se evapore demasiado rápido.

En la estufa:
El procedimiento es similar.
Vierta agua en una cacerola en la que agregará la cáscara de cítricos. Una vez que el agua haya hervido, apaga el fuego, se extenderá un olor agradable.
¡Una vez que el agua se haya enfriado, puede reutilizar este líquido en recipientes colocados en sus radiadores o estufas!
Bolsas perfumadas:
Coloque las cáscaras en una bandeja para hornear y cocínelas durante al menos dos horas a 50°C.
Luego mételos en una bolsa de tela con otras especias secas como clavo, canela en rama, anís estrellado, lavanda o romero.
También puede agregar unas gotas de aceites esenciales de su elección.
Luego puede colocar estas bolsitas perfumadas en sus armarios o su guardarropa para deshacerse del olor a humedad y darle a su ropa un aroma fresco y ligero.