La acelga es una verdura de hoja verde vibrante, muy nutritiva y fácil de cultivar. Sus coloridos tallos y anchas hojas la convierten no solo en un alimento básico en la cocina, sino también en una hermosa adición al jardín del hogar. La buena noticia es que no necesitas mucho espacio ni un huerto tradicional para cultivarla. Con solo una cubeta, buena tierra y algunos cuidados, podrás cosechar acelgas frescas desde tu balcón, terraza o patio.
A continuación, encontrarás una guía paso a paso para cultivar acelga con éxito en cubetas.


Paso 1: Elige la Cubeta Adecuada

Comienza con una cubeta resistente de 20 litros (5 galones), suficiente para que las raíces de la acelga se desarrollen correctamente. Asegúrate de que tenga agujeros de drenaje en la base para evitar el encharcamiento, que puede causar pudrición de raíces. Si la cubeta no los tiene, haz de 5 a 6 orificios distribuidos de forma pareja.
Para mejorar el drenaje, coloca la cubeta sobre ladrillos o bloques de madera.

Si lo deseas, puedes pintar o decorar las cubetas para dar un toque estético a tu espacio de cultivo, usando siempre pinturas no tóxicas que no contaminen el suelo.


Paso 2: Prepara la Mezcla de Suelo

La acelga prospera en un sustrato rico en nutrientes y con buen drenaje. Una mezcla ideal es:

  • 2 partes de tierra para macetas de buena calidad

  • 1 parte de compost

  • 1 parte de perlita o arena gruesa para mejorar el drenaje

Evita usar tierra de jardín sola, ya que tiende a compactarse en las cubetas y puede asfixiar las raíces. El compost aporta materia orgánica, mientras que la perlita o la arena mantienen la mezcla ligera y aireada.
El pH ideal del suelo debe estar entre 6.0 y 7.0.


Paso 3: Siembra de Semillas o Plántulas

Puedes cultivar acelga a partir de semillas o plantines jóvenes.

  • Desde semillas: Siembra directamente en la cubeta a una profundidad de 1,5 cm (½ pulgada). Deja una distancia de 5–8 cm entre semillas, y una vez que germinen, aclara las plántulas dejando 15–20 cm entre plantas.

  • Desde plántulas: Trasplanta las pequeñas plantas manteniendo la misma profundidad que tenían en sus macetas originales. Compacta suavemente la tierra alrededor y riega bien.

Para una cosecha continua, siembra una nueva cubeta cada 2 o 3 semanas, de modo que siempre tengas hojas frescas disponibles.


Paso 4: Ubicación Ideal para las Cubetas

La acelga prefiere pleno sol, pero también crece bien en sombra parcial, especialmente en climas cálidos.
Lo ideal es que reciba entre 5 y 6 horas de sol directo al día.
Durante el verano, ubica las cubetas en un lugar donde reciban sombra ligera por la tarde para evitar que las hojas se marchiten.


Paso 5: Riego Constante

El suelo en cubetas se seca más rápido que en el jardín, por lo que el riego constante es esencial.
Riega cuando la capa superior del sustrato (unos 2 cm) esté seca al tacto, asegurándote de que el exceso de agua drene completamente.
No dejes la cubeta sobre platos con agua, ya que el exceso de humedad puede causar enfermedades en las raíces.

Colocar una capa de mantillo (mulch) con hojas secas, paja o cáscara de coco ayudará a conservar la humedad y mantener la temperatura estable, especialmente en días calurosos.


Paso 6: Fertiliza para un Crecimiento Constante

Como la acelga se cosecha de forma continua, necesita una nutrición sostenida.
Aplica un fertilizante líquido balanceado cada 2–3 semanas, o usa alternativas orgánicas como té de compost o emulsión de pescado.
Los fertilizantes ricos en nitrógeno estimulan el crecimiento de las hojas, lo que es ideal para este cultivo.

Si prefieres un mantenimiento más sencillo, puedes usar fertilizantes de liberación lenta mezclados con la tierra antes de sembrar.


Paso 7: Vigila Plagas y Enfermedades

La acelga es resistente, pero ocasionalmente puede ser atacada por pulgones, babosas o minadores de hojas.
Revisa las plantas con frecuencia y elimina las plagas a mano o con un chorro de agua.
También puedes aplicar aceite de neem o jabón insecticida natural, que son seguros para las plantas.

Para prevenir enfermedades:

  • Mantén buena circulación de aire entre las plantas.

  • Riega directamente al pie de las plantas, sin mojar las hojas.

  • Retira las hojas amarillas o dañadas de inmediato.

  • Cambia o renueva el sustrato entre cultivos para evitar acumulación de plagas.


Paso 8: Cosecha de Acelga

La acelga es una planta de corte y rebrote, lo que significa que puedes cosecharla varias veces.
Comienza a recolectar cuando las hojas midan entre 15 y 20 cm de largo.
Corta las hojas exteriores cerca de la base, dejando intacto el centro para que siga produciendo nuevas hojas.

  • Las hojas jóvenes son más tiernas y se pueden comer crudas en ensaladas.

  • Las hojas maduras son perfectas para salteados, sopas o guisos.

Cosechar con frecuencia estimula un crecimiento constante y prolonga la producción por varias semanas o incluso meses.


Consejos Finales para el Éxito

  • Elige variedades compactas o de colores brillantes, como la acelga arcoíris, para un toque decorativo.

  • Escalona las siembras para disfrutar de hojas frescas durante toda la temporada.

  • Proporciona sombra parcial en climas muy calurosos.

  • Fertiliza regularmente, ya que las plantas en cubetas dependen completamente de tu aporte nutritivo.

  • Renueva la tierra con compost antes de volver a sembrar.


Conclusión

La acelga es una de las verduras más fáciles y gratificantes de cultivar en cubetas. Su adaptabilidad, resistencia y belleza la convierten en una excelente opción para huertos urbanos o espacios pequeños.