Las cebolletas, también conocidas como cebollinos o cebollas de verdeo, son uno de los cultivos más sencillos y gratificantes para tener en casa. Su sabor suave las convierte en un ingrediente versátil para innumerables platos, desde sopas y ensaladas hasta salteados y guarniciones. A diferencia de otros cultivos que requieren largos periodos de espera, las cebolletas se pueden cosechar en pocas semanas y prosperan en espacios reducidos. Cultivarlas en cajas de madera es un método práctico, ecológico y aporta un encanto rústico a cualquier balcón o patio.
¿Por qué cultivar cebolletas en cajas de madera?
Los contenedores de madera ofrecen varias ventajas sobre las macetas de plástico o el suelo directo:
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Aislamiento natural: La madera actúa como aislante, manteniendo estable la temperatura del suelo y protegiendo las raíces.
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Durabilidad: Son robustas y pueden soportar múltiples cosechas durante años.
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Control total: Permiten personalizar el sustrato según las necesidades de la planta y reducen drásticamente la aparición de malezas y plagas del suelo.
Eligiendo la caja de madera adecuada
Dado que las cebolletas tienen raíces superficiales, no necesitan mucha profundidad.
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Dimensiones: Una caja de entre 15 y 20 cm de profundidad es suficiente.
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Drenaje: Es fundamental que la caja tenga agujeros en la base para evitar el encharcamiento.
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Material: Usa maderas resistentes a la humedad como el cedro o el pino, siempre asegurándote de que no tengan tratamientos químicos tóxicos.
Preparación del suelo
Las cebolletas prefieren un suelo suelto, fértil y con buen drenaje. Una mezcla ideal para contenedores es:
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Una parte de tierra de jardín.
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Una parte de compost para la fertilidad.
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Una parte de arena, perlita o fibra de coco para la aireación.
El pH ideal debe estar entre 6.0 y 7.0. Como no requieren mucha comida, una mezcla rica en compost suele ser suficiente para empezar.
Cómo plantar cebolletas
Existen dos formas principales de cultivarlas en tus cajas de madera:
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Desde semillas: Siémbralas a 1 cm de profundidad y con 2.5 cm de distancia entre ellas. Germinan en 7 a 14 días.
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Desde restos de cocina o bulbos: Planta la base blanca con raíces directamente en la tierra. Este método es mucho más rápido y verás brotes verdes en pocos días.
Consejo: Planta nuevas semillas cada dos o tres semanas (siembra escalonada) para asegurar un suministro continuo durante todo el año.
Luz y Riego
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Sol: Necesitan al menos 6 horas de luz solar diaria, aunque toleran la sombra parcial.
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Agua: Al tener raíces poco profundas, necesitan humedad constante. Como la madera se seca más rápido, revisa el suelo con frecuencia y riega cuando la superficie se sienta seca. Evita que el suelo esté empapado para prevenir la pudrición.
Cuidados y Fertilización
No necesitan mucho abono, pero una aplicación ligera de fertilizante líquido orgánico (como emulsión de pescado o té de compost) cada tres semanas impulsará su crecimiento. Si las hojas se ven pálidas, puede ser falta de nitrógeno.
Vigila la aparición de pulgones o trips; estos pueden controlarse fácilmente con aceite de neem o jabón insecticida.
La Cosecha
Las cebolletas están listas cuando alcanzan el grosor de un lápiz (unas 6 a 8 semanas después de sembrar las semillas).
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Método de rebrote: Si quieres que sigan creciendo, corta las hojas a unos 2.5 cm por encima del suelo en lugar de arrancar toda la planta. Las raíces volverán a brotar, permitiéndote cosechar varias veces de la misma planta.
Beneficios de este cultivo
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Eficiencia de espacio: Ideal para entornos urbanos.
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Cosechas rápidas: Es uno de los vegetales que madura más pronto.
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Bajo mantenimiento: Requiere muy poco esfuerzo y atención.
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Estética: Las cajas rústicas embellecen cualquier rincón de la casa.


