El ajo es un básico en la cocina de todo el mundo, aportando aroma, sabor y profundidad a innumerables platos. Pero lo que muchos no saben es que es muy fácil de cultivar, incluso sin camas de cultivo o grandes macetas. Con unas cuantas botellas plásticas y una pared soleada, puedes montar tu propio huerto vertical de ajos y disfrutar de dientes frescos cultivados en casa.

Este método sostenible y ahorrador de espacio hace que el cultivo de ajo sea accesible para cualquiera: desde quienes viven en departamentos hasta quienes desean aprovechar una pared vacía en el patio o el balcón.


¿Por qué cultivar ajo en vertical?

El ajo es uno de los cultivos más sencillos para macetas y sistemas verticales porque:

  • Requiere poco espacio y cuidados mínimos.

  • Tiene raíces poco profundas.

  • Sus hojas crecen hacia arriba sin expandirse demasiado.

Esto lo convierte en la planta perfecta para un jardín vertical con botellas.

Beneficios principales:

  • Ahorro de espacio: ideal para balcones, patios pequeños o rejas.

  • Menos plagas: al estar elevado, sufre menos de insectos del suelo.

  • Fácil cuidado y cosecha: no necesitas agacharte para regar o recolectar.

  • Reciclaje creativo: reutilizas botellas plásticas y reduces desechos.

Además, puedes cultivar tanto bulbos maduros como ajo verde (brotes tiernos que saben a una mezcla de ajo suave y cebollín).


Materiales necesarios

  • Botellas plásticas de 1.5 o 2 litros (limpias y secas).

  • Cuchillo o cúter afilado.

  • Mezcla de sustrato suelto, bien drenado y rico en materia orgánica.

  • Dientes de ajo (mejor si son orgánicos o sin tratar).

  • Tornillos, ganchos, alambre o cuerda para colgar.

  • Una pared, cerca o marco vertical que reciba 6–8 horas de sol al día.

  • Opcional: compost o humus de lombriz para enriquecer el suelo.


Preparación de las botellas

  1. Lava bien las botellas y retira las etiquetas.

  2. Corta una abertura lateral lo bastante grande para plantar el diente dejando la punta visible.

  3. Haz varios agujeros de drenaje en la base.

  4. Llena con sustrato hasta un centímetro por debajo de la abertura.

  5. Monta las botellas en la pared con clavos, ganchos o alambre.

Consejo: coloca las botellas en filas escalonadas para que el agua no caiga directamente sobre la planta de abajo. Así tendrás mejor ventilación y acceso a la luz.


Plantación del ajo

  • Separa los dientes del bulbo justo antes de sembrar.

  • Elige dientes firmes y sanos (los grandes producen bulbos más grandes).

  • Coloca cada diente con la punta hacia arriba y la base hacia abajo.

  • Entiérralos a unos 5 cm de profundidad, dejando la punta al ras del suelo.

  • Riega suavemente después de sembrar.

👉 Para ajo verde: planta los dientes más juntos.
👉 Para bulbos completos: deja 10–12 cm de distancia entre dientes.


Riego y cuidados

  • El ajo prefiere humedad constante pero no excesiva. Riega cuando la capa superior del sustrato esté seca.

  • Evita el encharcamiento: el exceso de agua puede pudrir los bulbos.

  • Aplica fertilizante orgánico líquido o té de compost cada 3–4 semanas.

  • Revisa las botellas con frecuencia, ya que los sistemas verticales se secan más rápido.

  • Retira hierbas competidoras y hojas amarillas para favorecer la formación del bulbo.


Sol y condiciones de cultivo

El ajo adora el sol. Coloca tu huerto donde reciba al menos 6 horas de luz directa diaria.

  • En climas fríos: busca máxima exposición solar.

  • En climas cálidos: una ligera sombra por la tarde ayuda a evitar estrés.

El ciclo del ajo es lento pero seguro: desde el diente hasta el bulbo maduro pasan entre 6 y 8 meses, según la variedad y el clima.


Cosecha del ajo

  • El ajo está listo cuando las hojas inferiores empiezan a amarillear o secarse (finales de primavera o verano).

  • Afloja el sustrato y tira suavemente de la planta.

  • Cura los bulbos colgándolos en un lugar fresco, seco y ventilado durante 2–3 semanas.

  • Una vez secos, recorta raíces y tallos y guarda los bulbos en un sitio fresco y seco.

👉 Si cultivas ajo verde, podrás cosechar a los 2–3 meses, cuando los brotes midan 20–30 cm. Se pueden usar frescos en ensaladas, salteados o como guarnición.


Problemas comunes y consejos

  • Bulbos podridos: exceso de riego o drenaje deficiente. Asegura agujeros en la base de las botellas.

  • Bulbos pequeños: poca luz o demasiada competencia. Mantén buena separación y exposición solar.

  • Plagas: el ajo es resistente, pero si aparecen pulgones, rocía con agua o aceite de neem.

Rota cultivos cada temporada y combina el ajo con otras plantas como lechugas o hierbas para diversificar tu jardín vertical.


Conclusión

Un huerto vertical de ajos en botellas recicladas es práctico, ecológico y gratificante. Con poco espacio, materiales simples y un lugar soleado, podrás disfrutar de ajos frescos y reducir el gasto en cocina mientras das un nuevo uso a botellas plásticas.

Ya sea para cosechar bulbos maduros o tiernos brotes verdes, el ajo es un cultivo fácil y perfecto para principiantes, demostrando que hasta una pared puede convertirse en un jardín productivo.