La planta ZZ (Zamioculcas zamiifolia) es una de las favoritas de los amantes de las plantas de interior gracias a sus hojas brillantes de color verde intenso y su increíble tolerancia al descuido. Originaria del este de África, prospera en distintos ambientes interiores y es perfecta para hogares u oficinas con poco tiempo para dedicarle al cuidado. Aunque es conocida por ser de bajo mantenimiento, la elección de la maceta y la preparación adecuada juegan un papel clave en mantenerla sana y atractiva.
Con el recipiente, el sustrato y la ubicación correctos, tu planta ZZ puede vivir muchos años con un follaje vibrante y un crecimiento constante.
1. Elige el tamaño de maceta adecuado
Escoger la maceta correcta es el primer paso para cuidar tu planta ZZ.
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Una maceta demasiado pequeña aprieta las raíces, ralentiza el crecimiento y genera estrés.
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Una maceta demasiado grande retiene exceso de agua, lo que favorece la pudrición de raíces.
👉 Lo ideal es elegir una maceta 1–2 pulgadas (2,5–5 cm) más ancha que el cepellón de la planta.
La planta ZZ desarrolla rizomas gruesos que almacenan agua; darle espacio justo favorece el desarrollo sano de raíces sin exceso de humedad.
2. Prioriza el drenaje
El drenaje es fundamental, ya que la planta ZZ es muy sensible al exceso de riego.
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Toda maceta debe tener agujeros en la base para que el agua sobrante pueda salir.
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Si deseas usar una maceta decorativa sin agujeros, coloca la planta en una maceta de vivero más pequeña dentro de ella. Así podrás retirarla para regar y dejar escurrir el exceso de agua.
3. Escoge el material correcto
El material de la maceta influye en la velocidad con la que se seca el sustrato:
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Terracota: Absorbe el exceso de agua y mejora la aireación. Ideal para quienes tienden a regar demasiado.
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Cerámica esmaltada: Conserva la humedad por más tiempo, útil en ambientes interiores secos.
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Plástico: Ligero y económico, retiene la humedad, pero requiere más cuidado con el riego.
Elige según tu estilo de cuidado y las condiciones de tu hogar.
4. Usa un sustrato bien drenado
Las raíces de la ZZ no toleran el encharcamiento. Un sustrato ligero, aireado y con buen drenaje es clave.
Puedes usar una mezcla para suculentas o cactus, o preparar la tuya con:
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2 partes de tierra para macetas
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1 parte de perlita
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1 parte de arena gruesa o corteza de orquídea
Esta combinación mantiene la humedad justa y permite suficiente oxigenación.
5. Colócala en la luz adecuada
Aunque puede sobrevivir en baja iluminación, la ZZ crece mejor con luz brillante e indirecta.
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Un sitio cercano a una ventana orientada al norte o este es ideal.
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Si está en una esquina oscura, gírala de vez en cuando o usa una lámpara de cultivo.
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Evita el sol directo del mediodía, que puede amarillear o quemar las hojas.
6. Mantén un riego controlado
La planta ZZ almacena agua en sus rizomas, por lo que prefiere secarse por completo entre riegos.
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Revisa el sustrato: introduce un dedo 5 cm; si está seco, es momento de regar.
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Riega a fondo hasta que el agua escurra por los orificios y vacía el platito debajo de la maceta.
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En invierno, reduce aún más la frecuencia, ya que la planta entra en reposo.
7. Trasplanta solo cuando sea necesario
La ZZ crece lentamente y no necesita trasplantes frecuentes. Cada 2–3 años es suficiente, salvo que notes:
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Raíces dando vueltas en los bordes de la maceta
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Los rizomas empujando y deformando la maceta
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Crecimiento detenido a pesar de buenos cuidados
Cuando la trasplantes, aumenta solo un tamaño de maceta y renueva el sustrato.
8. Mantén las hojas limpias
El polvo acumulado reduce la capacidad de la planta para absorber luz.
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Limpia las hojas con un paño suave y húmedo cada pocas semanas.
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Evita productos comerciales para dar brillo, ya que bloquean los poros de las hojas.
9. Vigila plagas y enfermedades
La ZZ es muy resistente, pero en ocasiones puede atraer cochinillas, ácaros o escamas.
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Revisa el envés de las hojas periódicamente.
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Si aparecen plagas, aísla la planta y aplica jabón potásico o aceite de neem.
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Hojas amarillas o tallos blandos suelen indicar exceso de riego: ajusta el cuidado y revisa las raíces.
Reflexión final
La planta ZZ es una de las más fáciles y agradecidas de mantener. Pero para asegurar un ejemplar sano y longevo, es esencial darle una maceta con buen drenaje, sustrato ligero, riego moderado y la luz adecuada. Siguiendo estos consejos, tu ZZ se mantendrá frondosa, verde y llena de vida durante muchos años. 🌿