¡No importa qué tipo de pescado descongeles, recuerda que el método de hoy solo requiere un paso y cinco minutos para descongelarlo por completo! La calidad de la carne y el sabor no cambiarán, quedando casi igual que el pescado fresco. La vida se está volviendo cada vez más conveniente. Cuando tengo ganas, simplemente guardo un poco de pescado fresco en el refrigerador y lo descongelo cuando quiero cocinarlo.
Por lo general, descongelar pescado puede llevar mucho tiempo. A veces, cuando estás a punto de cocinarlo, te das cuenta de que el pescado sigue congelado como una piedra y no sabes cómo manejarlo para que se ablande. Además, la calidad de la carne no siempre es la ideal. Muchas personas a mi alrededor suelen descongelar el pescado sumergiéndolo en agua por un tiempo.
Sin embargo, después de que el pescado se ablanda, algunos notan que ya no está tan fresco o tierno, o que tiene un olor más fuerte. Tal vez te haya pasado lo mismo. ¿Cómo podemos solucionar este problema? Si no se maneja correctamente, el pescado descongelado no será delicioso sin importar cómo lo cocines. Aunque sumergirlo en agua puede ayudar a descongelarlo, si se usa agua fría, el proceso es demasiado lento y el sabor umami del pescado se puede perder en el agua hirviendo.
Después de descongelarlo de esta manera, el pescado ya no estará tan fresco ni tierno, y el olor será más penetrante. Ahora te enseñaré un truco para descongelar pescado rápida y deliciosamente, logrando que parezca recién comprado. Primero, necesitamos preparar un recipiente y agregar un poco de vinagre blanco junto con una o dos cucharadas de sal.
Luego, añadimos más agua tibia. Es importante remover bien la sal y el vinagre blanco antes de sumergir el pescado. El agua tibia acelera el proceso de descongelación, especialmente en otoño e invierno, cuando usar agua fría haría que el proceso tarde mucho más. Si usamos agua caliente o hirviendo, afectará la textura y el sabor del pescado, haciéndolo menos delicioso después de cocinarlo.
Ahora colocamos el pescado congelado en esta solución especial de descongelación, asegurándonos de que el líquido cubra completamente su superficie. Notaremos que el hielo se derrite rápidamente y, en aproximadamente 5 a 10 minutos, dependiendo del tamaño del pescado, estará completamente descongelado. Si el pescado es más grande, el tiempo de descongelación será mayor. Sabremos que está listo cuando la carne esté suave.
El motivo por el que agregamos sal y vinagre blanco es importante. La sal ayuda a reducir la temperatura de congelación del agua, permitiendo que el pescado congelado absorba agua más rápidamente, acelerando la disolución de los cristales de hielo en su interior. Este proceso facilita la descongelación y conserva tanto la frescura como los nutrientes del pescado. De hecho, este es el mismo principio químico por el cual se esparce sal en las carreteras en invierno para derretir el hielo.
Por otro lado, el vinagre ayuda a reducir el punto de congelación del agua, ablandar la carne y eliminar el olor a pescado, logrando que se descongele más rápido, sea más tierno y tenga un sabor mucho más fresco. Además, tanto la sal como el vinagre blanco tienen propiedades desinfectantes y esterilizantes.
Aunque el pescado esté congelado a baja temperatura en el refrigerador, es inevitable que algunas bacterias sobrevivan. Al sacarlo y comenzar el proceso de descongelación, las bacterias pueden proliferar. Sin embargo, la sal y el vinagre blanco ayudan a eliminar estos microorganismos de manera segura. Como ambos ingredientes son condimentos comunes en la cocina, este método es completamente seguro, saludable e higiénico.
Después de unos cinco minutos, notarás que el pescado se ha descongelado por completo. Su cuerpo se vuelve elástico y su cola, suave, casi como la de un pez vivo. Al moverlo, notarás su flexibilidad. Ahora está listo para cocinarse, pero primero debemos limpiarlo bien.
Para limpiarlo, usa abundante agua fría. Es importante lavar el pescado minuciosamente, ya que a veces los vendedores no lo limpian por completo. Hay que asegurarse de quitar la espuma negra y cualquier resto de espinas en su interior, ya que estos pueden ser una fuente de mal olor. Un detalle importante es que siempre se debe lavar con agua fría y nunca con agua caliente.
Una vez limpio, el pescado ya está listo para ser cocinado. Con este método de descongelación, su sabor es delicioso, sin rastros de mal olor, y conserva su valor nutricional, similar al de un pescado fresco. Ahora podemos usarlo para preparar una deliciosa sopa de pescado.
Para hacer una sopa de pescado cremosa y fragante, comencemos cortando un trozo de tofu tierno en pequeños cubos y reservándolos en un plato. Luego, picamos un poco de jengibre en tiras finas y una pequeña cantidad de cebolla en rodajas. Calentamos una sartén con un poco de aceite y freímos el pescado hasta que ambos lados estén dorados.
Es importante freír el pescado adecuadamente, dorando cada lado durante unos minutos antes de darle la vuelta. Luego, agregamos el jengibre y la cebolla para eliminar el olor y potenciar el sabor. Aplastamos el pescado ligeramente con una espátula y lo freímos un minuto más para intensificar su aroma. Después, añadimos agua hirviendo en lugar de agua fría. Esto es clave para lograr una sopa de pescado con un color blanco lechoso y un sabor más rico.
Cocinamos a fuego alto por unos minutos, luego cambiamos a una cacerola, filtramos los restos de pescado y agregamos los cubos de tofu. Cubrimos y cocinamos a fuego alto durante cinco minutos. Cuando la sopa esté lista, añadimos un poco de sal para realzar el sabor. Finalmente, decoramos con bayas de goji y cebolleta picada.
El resultado es una sopa deliciosa, sin espinas, sin residuos y sin aditivos, con un color blanco cremoso y un aroma irresistible. Es perfecta para niños y adultos, ya que no hay preocupación por las espinas del pescado. Si te gusta la sopa de pescado, prueba esta receta. ¡Te encantará!