¡No tires las tijeras si se desafilan después de bordar! Hoy te enseñaré un truco sencillo para afilarlas utilizando una tapa de botella y hacer que vuelvan a estar tan afiladas como nuevas.

Las tijeras, aunque no parezcan sorprendentes a simple vista, son herramientas muy útiles y necesarias en la vida diaria. Se utilizan para cortar papel, hilo, alimentos e incluso ramas de árboles. Gracias a estos pequeños inventos, nuestras tareas cotidianas se han facilitado enormemente. Sin embargo, con el tiempo y el uso frecuente, las tijeras pueden oxidarse, lo que dificulta su funcionamiento. No solo se vuelven difíciles de abrir y cerrar, sino que también requieren mucho esfuerzo para cortar.

La buena noticia es que no es necesario comprar tijeras nuevas. Con unos simples pasos, podemos eliminar el óxido y hacer que vuelvan a cortar perfectamente. A continuación, compartiré contigo un método efectivo para afilarlas.

Primer paso: Limpiar las tijeras con alcohol

Lo primero que necesitamos es un plato donde podamos colocar las tijeras. Luego, vertemos un poco de alcohol sobre ambas hojas de las tijeras y las humedecemos bien. Con un trapo limpio, frotamos las superficies para eliminar suciedad, bacterias y residuos acumulados.

Muchas personas utilizan tijeras para abrir paquetes de envíos, lo que hace que con el tiempo se ensucien con pegamento y polvo. Esto genera una capa pegajosa en la superficie, dificultando su uso. El alcohol es ideal para desinfectar y limpiar profundamente, ya que disuelve los residuos pegajosos y las impurezas con facilidad.

Segundo paso: Uso del vinagre blanco para eliminar el óxido

Después de limpiar las tijeras con alcohol, pasamos al siguiente paso. Para esto, necesitamos vinagre blanco y una tapa de botella. Vertemos un poco de vinagre en la tapa y, con un trapo, lo aplicamos sobre la superficie de las tijeras.

Cuando las tijeras se oxidan, muchas personas piensan que la única solución es pulirlas con una piedra de afilar, pero no siempre tenemos una en casa. El vinagre blanco es una excelente alternativa, ya que tiene un efecto suavizante sobre el óxido, facilitando su eliminación. Si las tijeras están muy oxidadas, podemos sumergirlas en vinagre durante diez minutos. Esto ayudará a descomponer el óxido y facilitará su eliminación al momento de frotarlas.

Un punto crítico de oxidación es el eje de giro de las tijeras, ya que es una zona difícil de limpiar. Como la mayoría de las tijeras están hechas de hierro o acero, estos metales reaccionan con el aire húmedo formando óxido de hierro. Para evitarlo, es importante secarlas bien después de cada uso y no exponerlas al sol ni al agua por largos periodos, ya que esto acelera la corrosión.

Tercer paso: Afilado con papel de aluminio

Una vez eliminados el óxido y la suciedad, nuestras tijeras lucirán como nuevas, pero todavía pueden estar desafiladas. Para afilarlas, utilizaremos un trozo de papel de aluminio. No es necesario que sea muy grande; un pequeño cuadrado será suficiente.

Cortamos el papel de aluminio varias veces con las tijeras, asegurándonos de usar todas las secciones de las hojas: la parte delantera, media y trasera. Después de hacer entre diez y veinte cortes, notaremos que las tijeras están mucho más afiladas.

Este método es muy efectivo porque el aluminio es un material blando pero con cierta resistencia, lo que permite pulir las hojas de las tijeras sin desgastarlas demasiado, a diferencia del papel de lija o las piedras de afilar.

Cuarto paso: Ajustar el eje de las tijeras

A veces, después de un uso prolongado, las tijeras pueden perder su alineación y no cerrar correctamente. Esto ocurre porque el eje de giro o remache central se ha aflojado. Para solucionarlo, colocamos las tijeras sobre una mesa y usamos un destornillador o alicate para apretar el remache.

Es importante no apretar demasiado, ya que las hojas deben moverse con suavidad. Ajustamos hasta encontrar el punto ideal en el que las tijeras cierren bien pero sigan funcionando sin dificultad.

Resultado final: Tijeras como nuevas

Después de seguir estos pasos, nuestras tijeras quedarán completamente restauradas: sin óxido, sin suciedad y con un filo perfecto. Ya no tendremos que esforzarnos al cortar plástico, papel o tela. Incluso las bolsas de plástico delgadas se cortarán sin problemas.

Este truco no solo prolonga la vida útil de nuestras tijeras, sino que también nos permite ahorrar dinero al evitar comprar unas nuevas. Además, reducimos el desperdicio, convirtiendo herramientas viejas en útiles nuevamente.

Mi esposo quedó sorprendido con este método y el resultado final. Si tienes tijeras desafiladas en casa, ¡prueba este truco y verás cómo vuelven a ser como nuevas!