¡Nunca vuelvas a tirar los tallos de col! (3 consejos esenciales que debes conocer)

Muchas veces, cuando cocinamos col o repollo, tendemos a desechar los tallos sin pensarlo dos veces. Creemos que no tienen utilidad o que no son comestibles. Sin embargo, lo que muchos desconocen es que los tallos de col están llenos de nutrientes, sabor y posibilidades. Lejos de ser desperdicio, pueden convertirse en ingredientes valiosos en tu cocina y en tu salud diaria.

En este artículo te mostraremos 3 formas esenciales de aprovechar los tallos de col en lugar de tirarlos a la basura. Con estas ideas, no solo reducirás el desperdicio de alimentos, sino que también estarás obteniendo más beneficios nutricionales de cada pieza de verdura que compras.


1. Transforma los tallos de col en un salteado delicioso

Una de las formas más simples y sabrosas de utilizar los tallos de col es saltearlos. Aunque su textura es más dura que las hojas, si se cocinan correctamente, se vuelven tiernos y muy agradables al paladar.

Cómo prepararlos:

  • Lava bien los tallos y corta las partes duras del extremo inferior.

  • Pela ligeramente la capa exterior con un cuchillo o pelador si está muy fibrosa.

  • Corta en tiras finas o en rodajas delgadas.

  • En una sartén con un poco de aceite de oliva, ajo picado y un toque de sal, saltea los tallos hasta que estén dorados y tiernos (unos 8-10 minutos).

  • Puedes añadir un chorrito de salsa de soja, limón o incluso un poco de jengibre para darles más sabor.

Este acompañamiento es ideal para servir con arroz, pasta, carnes o como base para un plato vegetariano completo.


2. Úsalos en caldos y sopas para potenciar el sabor

Los tallos de col son una excelente fuente de sabor vegetal. Si eres de los que prepara caldos caseros, no deberías dejarlos de lado. Añadir tallos de col a una olla de sopa o caldo aporta un sabor suave y vegetal, además de enriquecer el contenido nutricional.

Consejo:
No es necesario picarlos finamente. Puedes añadirlos enteros o partidos en trozos grandes si luego piensas colar el caldo. Aportarán minerales, fibra y un gusto muy agradable sin necesidad de utilizar saborizantes artificiales.

¿Qué aportan?

  • Vitamina K y vitamina C.

  • Minerales como calcio, potasio y magnesio.

  • Fibra que mejora la digestión.

Puedes usarlos como parte del “bouquet garni” junto con cebolla, zanahoria y apio. Y si lo deseas, después de colar el caldo, los puedes reutilizar para hacer purés o mezclarlos en rellenos.


3. Haz encurtidos o fermentados caseros con ellos

Los tallos de col también se prestan muy bien para la fermentación. Gracias a su rigidez, mantienen una buena textura después del proceso, y su sabor se intensifica y se vuelve aún más beneficioso para la salud intestinal. La fermentación no solo conserva el alimento, sino que también lo enriquece con probióticos naturales.

Preparación básica para encurtir o fermentar:

  • Lava bien los tallos y córtalos en bastones pequeños o rodajas finas.

  • Colócalos en un frasco limpio de vidrio.

  • Añade sal (una cucharadita por cada taza de tallos) y, si gustas, algunas especias como semillas de mostaza, ajo o jengibre.

  • Cubre con agua hervida y enfriada (para evitar cloro) hasta taparlos completamente.

  • Tapa el frasco con una gasa o tapa que permita salir el gas.

  • Deja fermentar entre 5 y 10 días a temperatura ambiente, revisando diariamente.

Este tipo de encurtido es excelente como acompañamiento de platos fuertes, ensaladas o simplemente como snack saludable. Además, al fermentar, los tallos se convierten en un alimento probiótico que mejora la flora intestinal y refuerza el sistema inmune.


Beneficios nutricionales de los tallos de col

Aparte de su sabor y versatilidad, los tallos de col son ricos en compuestos bioactivos. Algunos estudios muestran que contienen antioxidantes, sulforafanos y fibra que pueden ayudar a:

  • Reducir la inflamación.

  • Apoyar la digestión.

  • Regular el azúcar en sangre.

  • Mejorar la salud ósea.

  • Fortalecer el sistema inmunológico.

A menudo nos enfocamos en las hojas verdes de la col, pero su tallo contiene muchos de los mismos nutrientes, con la ventaja de poder utilizarse de muchas otras formas.


Conclusión

La próxima vez que prepares col o repollo, piénsalo dos veces antes de tirar los tallos. No solo estarás reduciendo desperdicio, sino que también estarás aprovechando un ingrediente lleno de sabor y nutrientes. Ya sea salteados, en caldos o fermentados, estos tallos pueden convertirse en un nuevo básico en tu cocina.

¡Aprovecha todo lo que la naturaleza te da y sácale el máximo provecho a cada ingrediente!