Coloca un chayote en tus plantas y observa el asombroso resultado: un truco natural para nutrir y revitalizar tu jardín

¿Sabías que el chayote, ese vegetal que muchos usamos en la cocina, también puede ser un gran aliado en el jardín? Así es, lo que normalmente va directo a la olla también puede transformarse en un fertilizante natural y revitalizante para tus plantas. En este artículo, te explicaremos cómo usar un solo chayote para mejorar la salud de tus plantas, fomentar un crecimiento vigoroso y hasta estimular la floración y la producción de frutos.

Puede parecer extraño al principio, pero una vez que lo pruebes y veas los resultados por ti mismo, ¡no querrás dejar de hacerlo!


¿Qué es el chayote y por qué es tan bueno para las plantas?

El chayote (Sechium edule) es un fruto de la familia de las cucurbitáceas, al igual que el pepino, la calabaza y el melón. Es rico en agua, almidón, minerales como potasio, calcio, magnesio y fósforo, además de contener vitaminas del complejo B y vitamina C. Aunque lo consumimos principalmente por su valor nutricional, esos mismos nutrientes son muy beneficiosos para las plantas cuando se descompone en el suelo.

Al descomponerse, el chayote libera compuestos orgánicos y minerales que enriquecen el sustrato, alimentan las raíces y favorecen el desarrollo de microorganismos beneficiosos. Esto convierte al chayote en una especie de fertilizante orgánico natural, ideal para jardines, huertos urbanos, macetas y plantas ornamentales.


¿Qué beneficios tiene usar chayote en tus plantas?

Cuando colocas un chayote en tus plantas (entero o procesado), estás aportando mucho más que simple materia orgánica. Entre los beneficios más destacados se encuentran:

  • Mejora la fertilidad del suelo, aportando nutrientes esenciales.

  • Activa la vida microbiana, fundamental para transformar nutrientes en formas disponibles para las raíces.

  • Estimula el crecimiento de raíces fuertes y saludables.

  • Favorece la floración y la fructificación en plantas de fruto.

  • Mejora la retención de humedad en el sustrato.

  • Fortalece las plantas contra plagas y enfermedades gracias al aumento de su vitalidad general.


Cómo usar el chayote en tus plantas: tres formas efectivas

1. Enterrado directamente en la tierra

Una de las formas más simples es enterrar un chayote entero (puede estar maduro o incluso ya comenzando a brotar) cerca de la base de la planta que quieres nutrir.

¿Cómo hacerlo?

  • Excava un agujero de unos 10 a 15 cm de profundidad a un lado de la planta.

  • Coloca el chayote dentro, sin pelar ni cortar.

  • Cubre con tierra y riega normalmente.

Resultado: A medida que se descompone, el chayote libera nutrientes lentamente, actuando como un fertilizante de liberación prolongada.


2. Preparar una mezcla orgánica con chayote licuado

Otra opción es hacer un fertilizante líquido casero licuando el chayote con otros ingredientes.

Ingredientes:

  • 1 chayote mediano

  • 1 litro de agua

  • Opcional: un puñado de cáscaras de plátano, restos de verduras o café usado

Instrucciones:

  1. Corta el chayote en trozos y colócalo en una licuadora junto con el agua y los demás ingredientes si los usas.

  2. Licúa hasta obtener una mezcla homogénea.

  3. Cuela si deseas evitar restos sólidos, y aplica directamente al pie de tus plantas cada 7 a 10 días.

Resultado: Esta mezcla actúa como un “superalimento líquido” para tus plantas, dándoles un impulso de energía visible en pocos días.


3. Chayote compostado

Si haces compost en casa, puedes añadir chayote picado o entero al montón. Su contenido de agua y almidón lo hace ideal para acelerar el proceso de descomposición.

  • Pica el chayote para facilitar la descomposición.

  • Mezcla bien con otros residuos orgánicos (hojas secas, cartón, restos de cocina).

  • Voltea el compost con regularidad y en pocas semanas tendrás un abono natural rico en nutrientes.

Este compost es perfecto para macetas, huertos y jardines ornamentales.


¿En qué tipo de plantas se puede usar?

Este truco del chayote es apto para casi todo tipo de plantas, especialmente:

  • Plantas de flor como geranios, petunias, rosas, begonias.

  • Plantas de fruto como tomates, chiles, pimientos, berenjenas.

  • Hortalizas como lechuga, espinaca, acelga, rábanos.

  • Plantas de interior como pothos, calatheas, filodendros, etc.

  • Árboles frutales en maceta o en tierra.

Solo evita aplicarlo en exceso o muy cerca del tallo, especialmente si está fresco o sin fermentar, para evitar posibles hongos por exceso de humedad.


Consejos y advertencias

  • Si usas chayote fresco, evita aplicarlo muy cerca del tallo principal para prevenir pudriciones.

  • No uses chayotes que estén contaminados con hongos visibles.

  • Si ves que está brotando, puedes dejarlo crecer como una nueva planta o usarlo igualmente como abono.

  • Siempre es mejor complementar este tipo de fertilización con otros aportes orgánicos y buen riego.


Conclusión: un simple chayote, un gran resultado

A veces, los mejores fertilizantes no están en productos químicos costosos, sino en la misma cocina. El chayote es una solución natural, económica y muy efectiva para revitalizar tus plantas, mejorar la calidad del suelo y fomentar un jardín más saludable y productivo.

¿Te animas a probar este truco? Coloca un chayote en tus plantas y observa el cambio en pocos días: hojas más verdes, crecimiento más vigoroso y flores o frutos en mayor cantidad. ¡Te sorprenderá lo que un solo vegetal puede hacer por tu jardín!