¿Pudrición de raíces en la Sansevieria? Técnicas de riego para prevenirla

La sansevieria (Sansevieria), también conocida como lengua de suegra, es una de las plantas de interior más populares gracias a sus elegantes hojas verticales y su naturaleza casi indestructible. Aunque esta planta resistente tolera bien el descuido, tiene una debilidad importante: el exceso de agua. La pudrición de raíces es el problema más común en la sansevieria, y una vez que aparece, puede ser difícil salvar la planta. Afortunadamente, con las técnicas de riego adecuadas y algunos cuidados preventivos, puedes mantener tu sansevieria sana y vigorosa durante muchos años.

Comprender la Pudrición de Raíces
La pudrición de raíces ocurre cuando las raíces permanecen demasiado tiempo en un suelo húmedo, lo que las asfixia y descompone. En la sansevieria, que almacena agua en sus hojas y raíces gruesas, el exceso de humedad provoca rápidamente problemas.

Síntomas de la pudrición de raíces:

  • Hojas amarillentas y blandas en la base

  • Olor desagradable que proviene del sustrato

  • Hojas que se colapsan o se caen con facilidad

  • Raíces marrones o negras, blandas, en lugar de blancas y firmes

Dado que la sansevieria está adaptada a zonas áridas, es mucho más sensible al exceso de agua que a la sequía. Por eso, la prevención mediante un riego correcto es mucho más efectiva que intentar rescatar una planta ya afectada.

¿Con qué frecuencia se debe regar la sansevieria?
El error más común es regarla con demasiada frecuencia. A diferencia de otras plantas tropicales que prefieren el suelo húmedo, la sansevieria prospera cuando la tierra se seca completamente entre riegos.

Regla general: riega cada 2 a 6 semanas, dependiendo del entorno.

  • Verifica la humedad del sustrato: introduce un dedo unos 5 cm en la tierra. Si está completamente seca, es momento de regar. Si aún se siente húmeda, espera unos días más.

  • Ajusta según la estación: durante la primavera y el verano, cuando el crecimiento es más activo, riega cada 2–3 semanas. En otoño e invierno, cuando entra en reposo, bastará con una vez al mes o incluso menos.

Más que seguir una rutina fija, adapta el riego según la luz, la temperatura y la humedad del ambiente.

Técnicas Correctas de Riego
Saber cómo regar es tan importante como saber cuándo hacerlo. La sansevieria prefiere el método de “empapar y secar”.

  • Riega a fondo: añade agua lentamente hasta que salga por los orificios de drenaje. Así las raíces se hidratan por completo.

  • Elimina el exceso: nunca dejes la maceta sobre un plato con agua, ya que la humedad estancada fomenta la pudrición.

  • Evita riegos superficiales: pequeñas cantidades frecuentes hacen que las raíces crezcan cerca de la superficie. Es mejor un riego profundo seguido de un período seco.

  • Riega en la base: aplica el agua directamente sobre la tierra, no sobre las hojas, para evitar la pudrición del cuello de la planta.

Elegir el Sustrato y la Maceta Correctos
Ni siquiera las mejores prácticas de riego ayudarán si el sustrato o la maceta retienen demasiada agua. La sansevieria necesita un drenaje excelente.

  • Sustrato: utiliza una mezcla arenosa y bien drenante, como la tierra para cactus o suculentas. También puedes preparar tu propio sustrato mezclando tierra común con arena, perlita o piedra pómez.

  • Maceta: las de barro o terracota son ideales porque permiten que la humedad se evapore por las paredes. Asegúrate de que tenga orificios de drenaje.

  • Evita el sustrato compactado: con el tiempo, la tierra se degrada y retiene más agua. Trasplanta cada 2–3 años para renovar el sustrato y mejorar la aireación.

Calidad del Agua
Aunque el exceso de riego es el principal problema, la calidad del agua también influye en la salud de las raíces.

  • Usa agua a temperatura ambiente para evitar choques térmicos.

  • Si el agua del grifo es muy dura o contiene cloro, déjala reposar toda la noche antes de usarla.

  • El agua de lluvia o filtrada es una excelente opción cuando está disponible.

Detectar Problemas a Tiempo
Prevenir la pudrición también implica identificar los signos de alerta. Si el sustrato permanece húmedo más de una semana o las hojas se sienten blandas, actúa de inmediato. Saca la planta de la maceta y revisa las raíces. Las raíces sanas son blancas y firmes; las podridas son marrones, blandas y con mal olor. Corta las partes dañadas con tijeras desinfectadas y replanta en tierra seca y nueva.

Ajustes Estacionales
Durante el otoño e invierno, la sansevieria reduce su crecimiento y necesita menos agua. Muchos casos de pudrición ocurren en estos meses porque no se ajustan los riegos. Riega con menor frecuencia y evita exponer la planta a corrientes frías o suelos constantemente húmedos.

Conclusión
Aunque la sansevieria es una planta fuerte y adaptable, su mayor debilidad es el exceso de agua. La pudrición de raíces se puede evitar fácilmente con los cuidados adecuados. Espera siempre a que el sustrato se seque por completo, riega profundamente pero con poca frecuencia, usa tierra bien drenante y una maceta con buen flujo de aire. Siguiendo estas técnicas sencillas, tu sansevieria se mantendrá firme, sana y con hojas vibrantes durante muchos años.