¡Hola a todos! Soy la mamá de Lele.
Muchos amigos encuentran que al saltear hígado de cerdo, a menudo tiene un olor fuerte y una textura dura. Aunque el hígado de cerdo es altamente nutritivo, si no se cocina correctamente, ni los adultos ni los niños disfrutarán coméndolo. Después de ver este video, les garantizo que estos problemas se resolverán. La próxima vez que prepares este plato, tu familia te elogiará como un gran chef. Con este método, el hígado quedará tierno, sin ningún olor desagradable ni textura dura. ¡Vamos a verlo juntos!
Paso 1: Elegir y preparar el hígado de cerdo
Primero, consigue hígado de cerdo por 5 yuanes. Al seleccionar el hígado, siempre asegúrate de elegir piezas frescas. Si ves manchas negras, no lo compres, ya que podría ser inseguro para el consumo.
Inspecciona cuidadosamente el hígado. En su superficie, tiene algo de tejido conectivo blanco. Usa un cuchillo para eliminar esta membrana primero. Luego, corta el hígado en trozos grandes. El grosor de las rodajas es crucial: córtalas en rebanadas de aproximadamente 3-4 mm de grosor. Si son demasiado gruesas, no absorberán bien los sabores; si son demasiado delgadas, se romperán durante la cocción.
Paso 2: Eliminar impurezas y sangre
Los médicos recomiendan comer hígado de origen animal una o dos veces al mes porque beneficia al hígado, mejora la vista, aumenta la energía y alivia la fatiga ocular.
Coloca las rebanadas de hígado en un tazón grande. Ahora, toma una botella de cerveza y viértela sobre el hígado. La cerveza no solo es una bebida común, sino también un ingrediente secreto increíble que ayuda a eliminar olores y mejorar el sabor.
Cuando se agrega la cerveza, aparecerán muchas burbujas pequeñas. Estas burbujas ayudan a liberar toxinas del hígado. Usa tus manos para frotar y lavar bien el hígado, asegurándote de eliminar todas las impurezas. Notarás que sale mucha sangre en el tazón. Este proceso toma aproximadamente 3-4 minutos.
Ahora, drena el agua sanguinolenta, presiona para eliminar el exceso de líquido y enjuaga el hígado con agua limpia. Continúa frotando y lavando hasta que ya no salga más sangre. Este proceso debe repetirse 4-5 veces hasta que el agua esté clara. Aunque pueda parecer tedioso, este esfuerzo adicional garantiza un hígado limpio y delicioso.
Una vez bien lavado, usa un colador para eliminar el exceso de agua y exprime suavemente el hígado antes de colocarlo en un tazón grande.
Paso 3: Marinar el hígado de cerdo
Prepara:
- Un trozo de jengibre (cortado en rodajas finas)
- Dos cebollas verdes (cortadas en secciones)
Agrégalos al tazón con el hígado de cerdo. Ahora, es momento de sazonar el hígado para mejorar su sabor y eliminar olores:
- 1 cucharada de sal
- Un poco de pimienta blanca (para realzar el sabor)
- Una pequeña cantidad de licor blanco de alta graduación (debe ser de alta graduación)
Masajea bien el hígado, exprimiendo los jugos del jengibre y la cebolla. Este paso elimina eficazmente cualquier olor desagradable restante.
Después de mezclar bien, agrega 1 cucharada de almidón. El almidón retiene la humedad, asegurando que el hígado quede tierno y jugoso en lugar de duro. Revuelve bien para cubrir cada pieza de manera uniforme con almidón. Deja marinar durante 15 minutos.
Paso 4: Preparar los ingredientes adicionales
Mientras el hígado se marina, prepara los ingredientes adicionales:
- Chiles pequeños (cortados en diagonal) – agregan sabor extra.
- 2 pimientos verdes (cortados en trozos diagonales) – no les quites las semillas, ya que aportan características al plato.
- Un trozo de puerro, un poco de jengibre y unos dientes de ajo (todos en rodajas finas)
Paso 5: Preparar la salsa
En un tazón pequeño, mezcla:
- 1 cucharada de caldo de pollo en polvo
- 1 cucharada de azúcar (para equilibrar el sabor)
- Buena cantidad de salsa de soya (para sazonar)
- Un poco de vinagre (para aroma)
- Un poco de agua (para diluir la mezcla)
- 1 cucharadita de almidón (para espesar la salsa)
Mezcla hasta que no queden grumos de almidón.
Prepara otro tazón pequeño con un poco de salsa de soya oscura diluida en agua para darle color al hígado.
Paso 6: Saltear el hígado de cerdo
Calienta aceite en una sartén y cubre bien la superficie para evitar que se pegue. Cuando el aceite esté caliente, agrega el hígado de cerdo.
👉 Consejo clave: No lo cocines demasiado. Simplemente saltéalo hasta que se vuelva blanco, luego retíralo inmediatamente.
Transfiere el hígado a un tazón grande, agrega la salsa de soya oscura diluida y mezcla bien para asegurar un color uniforme. Resérvalo.
Paso 7: Saltear las verduras
En la misma sartén, deja un poco de aceite. Agrega unos granos de pimienta de Sichuan y saltéalos hasta que liberen su aroma. Luego, retíralos.
Añade el jengibre, ajo y puerro y saltéalos a fuego alto hasta que estén fragantes. Luego, incorpora los pimientos rojos y verdes, revolviendo hasta que se ablanden ligeramente.
Devuelve el hígado a la sartén, vierte la salsa preparada y saltéalo rápidamente a fuego alto.
👉 Paso final: No dejes el hígado demasiado tiempo en la sartén para evitar que se endurezca.
Paso 8: Servir el plato
¡Listo! El aroma es increíble. ¡A disfrutar de este delicioso plato de hígado de cerdo salteado, suave, jugoso y lleno de sabor!