La albahaca es una de las hierbas más queridas en la cocina, famosa por su aroma intenso y su sabor fresco, entre dulce y picante. Es la base de recetas clásicas como el pesto y combina a la perfección con tomates, pastas y muchos otros platos. Aunque cultivarla desde semilla es sencillo, una de las formas más rápidas y prácticas de multiplicar tu suministro es mediante esquejes. Con una botella plástica reciclada, puedes propagar albahaca fácilmente, sin gastar dinero y con un mínimo de esfuerzo.
Este sencillo truco te permite transformar una sola planta en varias, asegurando un suministro constante de hojas frescas para tus comidas.
¿Por qué propagar albahaca con esquejes?
Cultivar desde semilla puede tardar varias semanas hasta tener una planta lista para cosechar. En cambio, los esquejes pueden desarrollar raíces en apenas 7–14 días, lo que te da una nueva planta en mucho menos tiempo.
Además, la propagación ayuda a prolongar la vida útil de la albahaca. Como se cultiva generalmente como anual, eventualmente florece y comienza a decaer. Al tomar esquejes antes de que florezca, puedes empezar nuevas plantas y alargar tu temporada de cosecha.
Otro beneficio es la sostenibilidad: reutilizar una botella plástica reduce desechos y le da un nuevo propósito en tu huerto.
Cómo elegir los esquejes de albahaca
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Usa una planta madura y saludable.
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Elige tallos sin flores, ya que la floración indica que la planta está dejando de producir hojas.
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Corta un tallo de 10–15 cm con al menos 3–4 pares de hojas.
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Utiliza tijeras limpias o podadoras para evitar infecciones. Haz el corte justo debajo de un nudo de hoja (donde se unen al tallo), ya que ahí surgirán las raíces.
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Retira las hojas inferiores, dejando solo los 2–3 pares superiores. Esto reduce la pérdida de humedad y concentra la energía en el enraizamiento.
Preparar la botella plástica
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Corta una botella de agua o refresco por la mitad, conservando ambas partes.
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La base servirá como recipiente con agua y la parte superior puede colocarse invertida para crear un efecto invernadero si lo deseas.
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Llena la parte inferior con agua limpia y sin cloro. Si usas agua del grifo, déjala reposar 24 horas para que el cloro se evapore.
Enraizar los esquejes de albahaca
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Coloca los esquejes en la botella con agua, asegurándote de que los nudos donde quitaste las hojas queden sumergidos y las hojas superiores permanezcan fuera del agua.
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Sitúa la botella en un lugar cálido y luminoso, como una ventana soleada. La albahaca necesita unas 6 horas de luz indirecta al día. Evita el sol directo muy fuerte que pueda calentar el agua demasiado.
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Cambia el agua cada pocos días para evitar estancamiento y bacterias.
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En una semana deberías ver raíces blancas pequeñas, y para la segunda semana estarán lo suficientemente largas y fuertes para el trasplante.
Trasplante a tierra
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Cuando las raíces midan unos 5 cm, los esquejes estarán listos para la tierra.
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Usa una maceta pequeña con buen drenaje y rellénala con sustrato de calidad enriquecido con compost.
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Haz un hoyo, coloca el esqueje con cuidado y cubre las raíces con tierra. Riega ligeramente para asentar la planta.
Cuidados de las nuevas plantas
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Luz: necesitan 6–8 horas de sol al día. Si las tienes dentro de casa, colócalas cerca de una ventana soleada o usa luces de cultivo.
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Riego: la tierra debe estar húmeda pero nunca encharcada. Riega cuando la capa superior esté seca.
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Poda: pellizca los brotes superiores con frecuencia para que crezca más frondosa y no se espigue.
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Fertilización: cada 3–4 semanas aplica un fertilizante líquido balanceado o té de compost.
Ventajas del método con botella
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Bajo costo y sostenible: aprovecha botellas recicladas.
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Resultados rápidos: raíces en tan solo una semana.
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Fácil para principiantes: no requiere experiencia previa.
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Ahorra espacio: ideal para cocinas pequeñas o departamentos.
Conclusión
Propagar albahaca en botellas plásticas es un truco de jardinería fácil, ecológico y accesible que garantiza que nunca te falten hojas frescas. Con apenas unos esquejes y un envase reutilizado, puedes disfrutar de una provisión constante de albahaca desde tu ventana o balcón.