Cosas esparcidas por el suelo, puertas de armarios obstruidas por una pila de ropa, olor sospechoso: ¡ya es hora de ordenar la habitación de manera eficiente!
La corbata que juega a las escondidas 5 minutos antes de la hora de irse al trabajo tiene la habilidad de arruinar la rutina de la mañana (¡ya veces el día!). Para evitar dormir en un caos digno de la habitación de un adolescente en medio de una crisis, la redacción de deco.fr le brinda 7 formidables consejos de almacenamiento. Tienes 10 minutos reloj en mano para meter todo en la habitación. ¡A sus cronómetros!

1/ Haz tu cama todas las mañanas, para una habitación ordenada

La cama es la pieza central de la habitación, así que cuando se guarda: obviamente se nota. Y lo contrario también es cierto… En el trastero de la habitación , es él quien marca la pauta. Así que acostúmbrate a poner el edredón y las almohadas en su lugar todas las mañanas (¡sí, todas las mañanas!), incluso si no has hecho carrera en el ejército. Alisa la sábana, ahueca las almohadas, arropa la cama, borra los pliegues antiestéticos… Tu sueño será mucho mejor cuando llegue la noche.

2/ Guarda la ropa tirada en el dormitorio

Todos conocemos este fenómeno de la ropa amontonada en la silla, en la cama y, a veces, incluso en el suelo… Para evitar agobios, demuéstrales quién manda con este imparable truco de almacenaje que consiste en recoger toda la ropa que está tirada alrededor y póngalos sobre la cama en dos montones. En el montón de la izquierda: la ropa sucia irá… a la sucia. En la pila derecha: la ropa limpia irá en el armario o en el cesto de la plancha, según su estado. ¡Ya ves más claro!

3/ Hacer la guerra a los intrusos y otros objetos almacenados sin identificar

Fíjate bien en el campo de batalla (mesita de noche, suelo, estantes y escritorio…) para identificar a los intrusos… ¡luego declárales la guerra! Los libros irán a la biblioteca, las revistas al revistero, el correo administrativo a la papelera de clasificación y los restos de las tardes de televisión (paquetes de patatas fritas y otros tarros de helado no muy glamurosos) irán a la papelera amarilla (o verde) . Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar: ¡este es tu nuevo credo! Si hay ORNIs (objetos con almacenamiento no identificado) por ahí, encuentra un lugar para ellos, una caja, una papelera, en definitiva, un lugar solo para ellos donde, a partir de ahora, ya no podrán (¡nunca!) escaparte.

4/ Organiza tu ropa

Párate en el vestidor al revés donde encontrar tu jersey de lana retorcido es como buscar una aguja en un pajar… Para lograr la armonía doméstica, el contenido de tus armarios, alacenas, cómodas y vestidor debe estar impecable. Cuelga tu ropa tanto como sea posible, incluso si eso significa agregar una barra si es necesario. Pero ojo, la ropa que cuelga del armario no debe jugar a las sardinas. Siempre debes dejar un poco de espacio para dejarlos respirar. El resto de la ropa se doblará correctamente y a ser posible en vertical, al estilo KonMari .para evitar que se derrumben. Todo estará clasificado por categoría: pantalones con pantalones, camisetas de manga corta con camisetas de manga corta… Esta es la condición sine qua non para identificar esta camiseta blanca de tirantes que necesitas allí, ahora, inmediatamente…

5/ Adopta accesorios de almacenamiento inteligentes

Desde perchas para colgar todo en las puertas del armario hasta el valet , el almacenamiento debajo de la cama o el joyero de bricolaje: muchos consejos y accesorios lo ayudan a optimizar el almacenamiento en el dormitorio . ¿Ropa desbordada en el armario? El estante está ahí. ¿No sabes dónde poner tus zapatos? Dedícales un zapatero o un zapatero de bricolaje. ¿No sabes qué hacer con esas corbatas tiradas en el vestidor? Adopta una barra, una percha multisoporte o simples cajas de zapatos. Tantos accesorios que cambian la vida para un vestidor ordenado y un dormitorio cuadrado.

6/ Ordena tus pertenencias regularmente en el dormitorio

¿Qué regalar, qué guardar, qué vender, qué tirar, qué almacenar? Para responder a este dilema, trata de conservar solo la ropa, los libros y los accesorios que realmente usas y/o que te dan alegría. Esos pantalones que han estado durmiendo en el armario desde el día que los compraste hace 3 años… Ese libro soporífero que nunca lograste leer (te detuviste en la página 10)… Esos zapatos que has guardado en lo más profundo de tu armario desde que tenías 17 años (¡nunca se sabe, puede que vuelvan a estar de moda!)… ¿Realmente los necesitas? Si dudas más de 10 segundos antes de responder a esta pregunta, la respuesta es no. Deshazte del desorden, ganarás nueva energía, espacio y comodidad. Cuantas menos cosas tengas, menos almacenamiento tendrás que hacer:

7/ No esperes a que se acumule el desorden para guardarlo todo

A veces, el trastorno vuelve a aparecer, como los kilos después de una dieta. Si el efecto yo-yo amenaza el orden de la habitación (y de la casa), es posible que su espacio vital todavía esté demasiado desordenado. Para desterrar el desorden de la casa para siempre, el orden debe convertirse en un hábito diario, un estado de ánimo, una filosofía de vida. Para ayudarte, te dejo reflexionar sobre esta cita de Marie Kondo, la suma sacerdotisa del orden: “Solo necesitas saber el orden perfecto una vez para mantener tu hogar en buenas condiciones”. ¡Buena suerte, ya casi estás allí!