Los secretos de los chefs no dejan de sorprender y finalmente revelan por qué mojan el papel de hornear debajo del fregadero.
Cómo usar papel blanco para el horno
No hace falta negarlo, en la cocina hay muchos secretos que utilizar para que los alimentos se cocinen de forma rápida y homogénea. Por un lado, el papel de aluminio conserva y aísla los ingredientes de los agentes externos, por otro, el papel de horno blanco es excelente para absorber la grasa y proteger el horno de la suciedad.
Para utilizarlo correctamente, basta con arrancar una lámina lo suficientemente larga para contener los alimentos a cocinar, colocándola sobre la sartén o parrilla. ¿Hay alguna alternativa si este papel pergamino no está disponible?

- El clásico papel de aluminio , la mejor variante recomendada por los chefs. Siempre está a mano y logra preservar la cocción de los alimentos. No tiene las mismas propiedades absorbentes y antiadherentes, por lo que en algunos casos será necesario humedecerlo con una gota de aceite;
- El papel encerado es una herramienta poco usada y sobre todo nunca se debe meter al horno. Su cera particular utilizada para el recubrimiento no es del todo segura: es mejor usarla más tarde, cuando los ingredientes ya estén cocidos.
Muchos también se preguntan si se puede usar en el microondas: la respuesta es sí, de hecho su recubrimiento ha sido especialmente diseñado -en silicona- para evitar cualquier tipo de fuga química.
Mojarlo bajo el agua: el método del chef
El imprescindible en toda cocina tradicional, de hecho, los panaderos y cocineros no pueden prescindir de él. Si esta herramienta hace que la limpieza del horno sea más rápida , por otro lado la cocción de los alimentos también es óptima.
Existe un pequeño secreto desconocido para la mayoría de la gente, que podría dar una vuelta de tuerca al uso de este utensilio que se utiliza en la cocina. Por lo general, tomas el papel, arrancas una hoja y luego la colocas en la sartén o en la parrilla del horno para luego comenzar a cocinar.

El conocido pastelero Alain Bonard de Toulouse, conocido internacionalmente, revela un pequeño secreto: nunca debe colocarse seco. Antes de usarlo, debe arrugarse y luego humedecerse ligeramente con agua.
La razón es sencilla , de hecho de esta manera se podrá obtener una cocción uniforme y no habrá riesgo de un posible incendio.