Tendemos a poner las toallas, a veces la lavadora en el baño sin saber que esto no es recomendable. ¡Descubre en este artículo por qué ya no es necesario guardar las toallas en el baño!

¿Dónde se deben guardar las toallas de baño?

Una toalla en el baño.

La humedad así como el cambio de temperatura en el baño crean las condiciones ideales para el crecimiento de bacterias y moho que pueden deteriorar ciertos objetos que se encuentran allí como las toallas.

En el baño, las toallas recién lavadas y secas recogen la humedad fácilmente porque están hechas de un material diseñado para absorber el exceso de agua. Esta es la razón por la cual deben mantenerse en un lugar seco y ventilado.

Recuerda que el moho y los hongos que atacan a las toallas no solo desprenden un  olor desagradable   , sino que también afecta a nuestra salud. Además de que no conseguiremos deshacernos del molesto olor, podemos alterar el estado de nuestra piel. Usar una toalla infectada con moho puede empeorar el acné, causar irritación, piel seca e incluso cabello graso.

¿Qué hacer con una toalla después del baño?

Si dejas una toalla húmeda en el   baño  después de la ducha, puedes estar seguro de que no se secará muy rápido. Después de bañarte, recuerda colgar las toallas afuera, por ejemplo en una secadora donde puedan secarse antes de guardarlas en su lugar (fuera del baño).

¿Con qué frecuencia cambia sus toallas?

El cambio de toalla depende estrictamente del uso de la toalla. Cada uno usamos una frecuencia diferente. Por eso, a la hora de utilizar una  toalla de baño  , tenemos en cuenta el número de baños realizados. Es más saludable lavarlo después del tercer baño. El cambio de toallas depende del número de socios e invitados que nos visiten. Si hay varias personas viviendo en la casa o cuando los amigos nos visitan a menudo, debemos cambiarlos todos los días. Con una familia de tres, es suficiente reemplazarlos cada 2-3 días.

¿A qué temperatura debes lavar tus toallas?

lavar las toallas

A 40 grados solo mataremos el 14% de bacterias y hongos, por lo que es recomendable que laves tus toallas a temperaturas más altas. En el día a día es suficiente un lavado a 60 grados, pero una vez al mes se pueden lavar a 90 grados. Sin embargo, tenga en cuenta que las altas temperaturas pueden dañar la tela, alterar su color y su esponjosidad, por lo que puede agregar desinfectante a la ropa y programar la máquina a temperaturas más bajas.

Por lo tanto, es preferible para su salud y la de los que lo rodean guardar las toallas en otro lugar que no sea su baño, al igual que otros objetos cotidianos que pueden dañarse rápidamente.