Se pueden perder muchos minutos tratando de quitar la suciedad adherida a las ollas y sartenes. Limpiarlos puede ser particularmente difícil ya que las manchas pueden ser persistentes. Amarillentas, empañadas, quemadas, nuestras sartenes y cacerolas son a menudo víctimas de nuestro uso diario. El fondo quemado es el inconveniente más común, pero afortunadamente es posible recuperar tus utensilios con unos sencillos y prácticos consejos.

Mantener la casa con todos los quehaceres domésticos que ello conlleva suele ser agotador. Cuando se trata de los platos, limpiar las sartenes y ollas nos puede hacer pasar un mal rato. Con el uso, se ensucian fácilmente y su limpieza puede convertirse en una auténtica carrera de obstáculos. Estos son nuestros consejos para fregar el fondo de tus ollas y sartenes y devolverles su primer brillo.

sartén quemada

Elimina la suciedad incrustada en el fondo de tus sartenes: nuestros consejos 

Consejo n°1: vinagre blanco 

Para limpiar a fondo el fondo de la sartén quemada, necesitará los siguientes ingredientes:

  • Líquido lavavajillas
  • vinagre blanco
  • Agua

El vinagre blanco es un agente de limpieza muy eficaz. Para limpiar el fondo de su cacerola,  mezcle vinagre y detergente líquido,  luego empape una esponja. Luego sumerja su sartén en él, déjelo actuar durante 10 a 15 minutos, luego frote para aflojar los depósitos rebeldes.

residuos de comida

Consejo 2: Limón y agua

El limón es uno de los productos estrella de limpieza del hogar conocido y reconocido por su  eficacia en multitud de tareas domésticas.  Para hacer brillar una sartén sucia, haga una mezcla de agua y ralladura de limón hirviendo, luego frote el utensilio. El ácido cítrico aflojará suavemente la suciedad.

Consejo n°3: Cristales de soda para sartenes de hierro fundido

Prepara una palangana llena de agua hirviendo y cristales de soda en la que bañarás la cacerola. Deje reposar la solución durante la noche, luego observe cómo  se descompone la suciedad . A continuación, solo tendrá que pasar un paño húmedo por las partes afectadas para eliminar los depósitos de grasa.

Consejo #4: bicarbonato de sodio

Comience haciendo una pasta con agua y bicarbonato de sodio. Póngase los guantes,  aplique la pasta en toda la sartén y deje reposar . Dejar actuar durante 30 minutos, frotar con una esponja húmeda y luego enjuagar. Recuerda que el  bicarbonato de sodio, conocido por su notable poder desengrasante, es un limpiador imprescindible para muchas tareas del hogar .

Puedes usar bicarbonato de sodio de otra manera, vertiendo una cucharada directamente en el fondo de tu cacerola o en tu estufa con un poco de agua. Una vez que se haya formado la pasta, llevar a ebullición y luego dejar actuar el bicarbonato de sodio durante unos minutos. Use un paño de microfibra para limpiar los residuos y depósitos quemados, luego enjuague con agua limpia.

Acciones a adoptar para sartenes siempre limpias

Además de las soluciones de limpieza naturales, puede  evitar estos inconvenientes manteniendo regularmente sus utensilios para un uso a largo plazo . Para prolongar la vida de sus ollas y sartenes, asegúrese de adoptar los siguientes reflejos:

  • Elimina la lejía de la lista de limpiadores de ollas y sartenes. De naturaleza corrosiva , la lejía solo dañará los utensilios de cocina , especialmente las cacerolas u otros utensilios de acero inoxidable.
  • Los materiales y las bases de las ollas son susceptibles de dañarse con objetos metálicos. En su lugar,  prefiera utilizar utensilios de madera  (cuchara, espátula, cucharón, etc.).
  • Para la limpieza, utilice un paño húmedo. Para secar, use un paño de microfibra o una toalla de papel.
  • Evite los utensilios con revestimiento antiadherente como el teflón, ya que pueden dañarse rápidamente.
  • Para evitar dañar sus utensilios, evite apilarlos unos contra otros. Cree un espacio de almacenamiento conveniente y  use el orificio en el asa de la sartén para colgarla.  
  • Finalmente, recuerde  limpiar regularmente los quemadores de gas  de su estufa para evitar depósitos de grasa que a veces pueden retorcerse en la parte posterior de las ollas.  

Todos estos son hábitos a adoptar tanto para tus utensilios de cocina como para tus objetos y superficies de aluminio, especialmente el fregadero. Lo mismo se aplica a las áreas propensas a los depósitos de cal.